Fernández: problema de Argentina es pobreza que deja Macri
BUENOS AIRES (AP) — El candidato argentino Alberto Fernández desestimó los temores sobre la influencia que podría ejercer la exmandataria Cristina Fernández de Kirchner en su eventual presidencia y afirmó que su principal preocupación es la pobreza que heredará del mandatario Mauricio Macri.
Fernández, favorito para las elecciones del 27 de octubre en las que Macri busca reelegirse, dijo el miércoles a The Associated Press que con su compañera de fórmula se lleva “más que bien” al salir al paso de las versiones de que la exmandataria (2007-2015) podría condicionar su gestión.
“Trabajamos hace mucho tiempo, ahí no veo un conflicto. El problema de la Argentina no es Cristina, es lo que Macri ha dejado”, dijo el candidato, quien se desempeñó como jefe de Gabinete durante el primer mandato de Fernández de Kirchner y la presidencia de su fallecido marido y antecesor Néstor Kirchner (2003-2007).
Fernández se alejó en 2008 de la entonces mandataria en medio de desacuerdos y fue muy crítico con su gestión. Sin embargo, en los últimos tiempos se acercaron y, en una maniobra inesperada, Fernández de Kirchner desistió de pelear por la presidencia y lo eligió en mayo como cabeza de la fórmula del peronista Frente de Todos.
El opositor, de 60 años, subrayó que la situación económica en Argentina “es muy mala”.
“Lo sabemos todos los argentinos, lo sabe todo el mundo que Macri ha dejado muy mal al país, pero lo vamos a recuperar entre todos, no sólo yo”, dijo.
Fernández conversó brevemente con AP luego de tomar examen a varios alumnos a los que imparte la materia de Teoría General del Delito y Sistema de la Pena en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires. Varios de ellos, que aguardaban nerviosos a tomar la prueba en un pasillo, dijeron que el hoy candidato presidencial es un docente muy exigente.
Fernández, que es abogado, ha continuado con la docencia que practica desde hace años en la recta final para los comicios y a medida que se acerca la fecha electoral los estudiantes de la facultad se le acercan para tomarse fotos con él y conseguir un autógrafo.
Fernández manifestó que su principal preocupación es la pobreza, que afecta al 35,4% de la población según los últimos datos del primer semestre de 2019.
“La pobreza se ha convertido en un gran problema”, recalcó el kirchnerista, para quien la salida de la crisis requerirá “pasar de la política de la imposición a una política de acuerdos” entre distintos sectores económicos y sociales.
Unos diez millones de argentinos son pobres, de los cuales 7,7% son indigentes, es decir, no tienen ingresos suficientes para cubrir una canasta de alimentos capaz de satisfacer las necesidades energéticas y proteicas básicas.
Al principio de su mandato en 2015, el conservador Macri prometió erradicar la pobreza y pidió que su gestión fuera evaluada teniendo en cuenta ese objetivo, pero recientemente el oficialismo y la oposición aprobaron en el Congreso la prórroga de la emergencia alimentaria hasta fines de 2022 para aumentar las partidas de alimentos para los comedores comunitarios a los que acuden cada vez más familias.
El proyecto de reelección de Macri se complicó el 11 de agosto en las primarias abiertas y obligatorias en las que obtuvo el segundo lugar con una diferencia de más de 15 puntos respecto de Fernández, cuya imagen de moderado dentro del kirchnerismo logró atraer el voto independiente.
La tendencia ganadora de Fernández parece irreversible debido a que la crisis se profundizó después de las primarias a causa de una devaluación de más del 20% y una disparada de la inflación por el temor de los mercados al regreso del populismo kirchnerista al poder.
El deterioro de la situación económica disminuyó las posibilidades de Macri de aspirar a una reelección, pero también supone un gran reto para Fernández si llega al poder.
Sea quien resulte electo contará con escasos recursos, una inflación que fue de 5,9% en septiembre --y que se espera que seq mayor a 50% a fin de año-- y un mayor endeudamiento producto en gran parte de un préstamo del Fondo Monetario Internacional de más de 56.000 millones de dólares.
Sobre la necesidad de sentarse a renegociar el acuerdo crediticio, Fernández afirmó que no pone condiciones, sino que pide “sensatez porque lo que nos está pasando en gran medida es responsabilidad de Macri y del Fondo”.
El gobierno se comprometió ante el FMI a reducir drásticamente el déficit fiscal en el marco de un plan de ajuste que recortó los subsidios a varios servicios públicos y, por ende, la capacidad de compra de los argentinos.
Argentina espera un desembolso de 5.4000 millones de dólares --previsto en el marco del acuerdo crediticio con el FMI-- que quedó en suspenso hasta que se despeje la incertidumbre electoral y las dudas sobre cuál será el futuro programa económico.