Cierran campañas en la elección más difícil para Evo Morales
LA PAZ (AP) — En un clima de tensión, Bolivia cierra el miércoles la campaña para la elección presidencial más reñida y polarizada en 16 años debido a un declive en la popularidad del mandatario Evo Morales, quien buscará un cuarto mandato consecutivo en los comicios del domingo.
Morales, de 59 años, realizó la víspera un acto ante una multitud en la ciudad oriental de Santa Cruz, un bastión opositor, entre amagues de enfrentamientos con grupos críticos a los que la policía dispersó con gases. Más de una veintena de personas fueron detenidas.
El domingo Morales debió acortar su participación en un mitin y se retiró en su helicóptero cuando opositores chocaron con oficialistas en la ciudad sureña de Potosí.
Una reciente encuesta de la Universidad Mayor de San Andrés de La Paz y otras organizaciones académicas anticipó que Morales obtendría un 32% de los votos en primera vuelta frente a un 27% de su contendor más cercano, el expresidente Carlos Mesa de la alianza de centro Comunidad Ciudadana.
La encuesta en la que fueron consultadas 14.420 personas, el universo más grande en comparación con otros sondeos, tiene un margen de error de 2,8 puntos porcentuales.
Para evitar una segunda vuelta Morales tendría que ganar con 50% de los votos más uno u obtener un 40%, siempre que su contendor se ubique 10 puntos porcentuales por debajo.
Los pronósticos para un eventual balotaje -que tendría lugar en diciembre - dan una ligera ventaja a Mesa.
“Definitivamente es la elección más reñida ante la posibilidad de que Morales pueda ser derrotado después de 14 años de gobierno”, dijo a The Associated Press el analista Jorge Dulón.
El primer presidente indígena de Bolivia ostenta, además, el mandato más largo de la historia, pero su poder se erosionó por escándalos de corrupción, presunto abuso de poder y su afán de aferrarse a la presidencia que lo llevó a desconocer un referendo que le dijo no a otra reelección.
“Mientras estemos unidos, vamos a seguir derrotando a la gente que no quiere al pueblo”, dijo Morales la víspera en Santa Cruz en referencia al hostigamiento de los grupos opositores.
“Lo que realmente ha deteriorado su poder es no respetar el referendo de 2016 que dijo no a su reelección”, según Dulón, lo que su vez permitió a la oposición, dispersa y debilitada, potenciarse. De allí emergió el expresidente Mesa.
Historiador y periodista y con un estilo de hablar culto, Mesa, de 66 años, fue presidente interino entre 2003 y 2005 y debió renunciar acorralado por las protestas encabezadas por el entonces líder cocalero Morales.
Hoy tiene la opción de tomarse revancha pese a no tener un partido propio, pero su falta de carisma y habilidad para sintonizar con las masas parecen restarle apoyo.
“El domingo el pueblo definirá entre la dictadura y la democracia”, dijo Mesa el martes en un acto en La Paz.
Otro candidato es el senador Oscar Ortiz, de 50 años, quien viene de la élite empresarial de la región oriental de Santa Cruz, motor agroindustrial del país.
Ortiz, de la alianza de centroderecha Bolivia Dice No, va tercero con un 9,2% de intención de voto.
Según la encuesta mencionada, ha surgido un inesperado rival que con 6,8% le pisa los talones a Ortiz. Es el coreano boliviano Chi Hyun Chung, médico y pastor evangélico, desconocido hasta hace dos meses y cuyos comentarios contrarios a la homosexualidad y al culto a la Pachamama lo han puesto en el centro de la polémica.
El ascenso de Chung es producto del hartazgo con la clase política, según analistas.
“Por mí que se quede Evo. Ha trabajado mucho”, dijo Roxana Chipana de 20 años, confeccionista y vendedora de ropa de chola, mujer de origen indígena urbana, ícono de La Paz.
Rodeada de vecinos en crisis económica como Brasil y Argentina, Bolivia ha sido un raro ejemplo de estabilidad con crecimiento sostenido que le permitió al país más pobre de Sudamérica superar niveles alarmantes de pobreza durante el gobierno de Morales, quien promete la continuidad de sus políticas.
Según los analistas, Morales mantiene el apoyo de los indígenas rurales y sectores populares urbanos pero ha perdido sustento en las ciudades y entre la clase media y alta. Más del 70% del electorado boliviano es urbano.
El mandatario cerrará su campaña el miércoles en la ciudad de El Alto, vecina de La Paz. Mesa lo hará en Santa Cruz.
En total nueve candidatos están en carrera y desde el jueves rige el silencio electoral.
El voto es obligatorio pero es posible que el ganador no se conozca el domingo debido al lento recuento. El Tribunal Electoral anticipó que divulgará conteos rápidos.
Ese tribunal es cuestionado por la oposición por una supuesta condescendencia con Morales, lo que ha llevado a embajadores de la Unión Europea a pedir públicamente que garantice la transparencia de los comicios.