AP Explica: Visita de canciller español respalda a Cuba
LA HABANA (AP) — El canciller español Josep Borrell, próximo representante de Relaciones Exteriores de la Unión Europea, llega a Cuba poco después de la visita de altos funcionarios de ese bloque y en medio de juicios a compañías del viejo continente que operan en la isla debido al endurecimiento de las sanciones de Estados Unidos.
España es el tercer socio de Cuba con un volumen de comercio de unos 1.300 millones de dólares anuales y sus empresas -unas 200- están entre las más numerosas asentadas en la isla y abarcan desde gigantes del sector del turismo hasta pequeños proveedores de repuestos.
¿POR QUÉ ES SIGNIFICATIVA LA VISITA?
Más allá de su encuentro con el canciller cubano Bruno Rodríguez, la presencia de Borrell significará un espaldarazo a Cuba en un año en que Washington recrudeció sus medidas contra la isla al restringir la presencia de sus diplomáticos, elaborar lista negras de empresas isleñas de las cuales sus ciudadanos no pueden servirse o limitar sus viajes, además de la persecución a las navieras que traen petróleo.
A su vez, el presidente Donald Trump puso en vigor el título III de la Ley Helms-Burton por el cual los ciudadanos estadounidenses están autorizados a demandar a empresas de otras naciones que operan en Cuba en propiedades nacionalizadas por la revolución en 1959. Muchas de las candidatas a juicio son españolas.
El objetivo explícito de Trump es asfixiar económicamente a la isla para lograr un cambio de modelo político.
Borrell se expresó contrario a las sanciones contra Cuba y en su comparecencia la semana pasada en la Eurocámara -que refrendó su puesto como sucesor de Federica Mogherini a partir del 1 de noviembre- aseguró que las medidas coercitivas no han dado resultado.
Tanto la Unión Europea como el gobierno español en general y Borrell en particular condenaron la Ley Helms-Burton y aseguraron que defenderán a sus empresas en la isla con contrademandas o asistiendo a foros como la Organización Mundial de Comercio.
Mogherini visitó Cuba en septiembre y la titular de Industria, Comercio y Turismo de España, María Reyes Maroto en agosto, cuando anunció un fondo de inversiones por 420 millones de dólares para Cuba y la apertura de oficinas de asesoría para proteger a sus firmas. El jefe del gobierno español, Pedro Sánchez, estuvo en la isla en diciembre.
¿QUÉ HA DICHO BORRELL SOBRE CUBA?
Borrell recordó ante los eurodiputados el fracaso de la llamada Posición Común que durante los años noventa el bloque aprobó -impulsado por el gobierno conservador español de José María Aznar- y por el cual se condicionó la cooperación entre el bloque y la isla a la imposición del pluripartidismo o una ampliación de ciertas libertades civiles en Cuba, que entonces sufría una fuerte crisis producto de la pérdida de sus aliados comunistas y la Unión Soviética.
La Posición Común fue revertida sin que lograra sus objetivos en 2017 y reemplazada por un Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación.
“Es mejor una política de contacto que permita establecer relaciones pueblo a pueblo y gobierno a gobierno que un aislamiento que ya sabemos que no ha conducido a nada”, expresó Borrell ante los parlamentarios europeos en su comparecencia, aunque reconoció la falta de algunas libertades en la isla y un modelo representativo, pero recordó que incluso éstas faltan en países aliados de Europa.
Además de los intereses económicos o las consideraciones políticas hay un elemento humano significativo en la relación bilateral. En Cuba viven unos 150.000 españoles, principalmente hijos y nietos de inmigrantes pero que han pedido su nacionalidad española.
¿HAY PUNTOS DE DISCORDIA?
Probablemente el punto más controversial de la visita de Borrell sea la situación de Venezuela, principal socio comercial y político de Cuba y proveedor de petróleo, sobre cuyo gobierno pesan sanciones que España apoya hasta cierto punto.
Según Borrell imponer sanciones totales a Venezuela y endurecer la política contra el presidente Nicolás Maduro como lo demanda Estados Unidos agudizaría la situación de crisis humanitaria sobre todo en materias como la alimentación o la salud. Sin embargo, el diplomático ha defendido medidas individuales para presionar a funcionarios del país sudamericano. Paralelamente el ministro demandó una solución que implique un llamado a elecciones en Venezuela, algo inaceptable para Cuba que considera legítimo al gobierno de Maduro.
Otro asunto que suele acaparar la agenda binacional son los atrasos en los pagos en los que Cuba suele incurrir con las empresas españolas dada la falta de liquidez y que alcanzarían unos 300 millones de dólares.
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Andrea Rodríguez está en Twitter como: www.twitter.com/ARodriguezAP