México vuelve al Azteca; recibe a Panamá en Liga de Naciones
CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Tras una ausencia de más de dos años, la selección mexicana vuelve al Estadio Azteca. Enfrenta a Panamá, el último rival ante el que había chocado en este inmueble y con el que se mide este martes en la Liga de Naciones, en medio de varias situaciones que generan un interés adicional por el cotejo.
Será el primer encuentro que Gerardo Martino dirija con México en el Azteca. Brindará una oportunidad para que el estratega argentino pruebe una combinación de jugadores jóvenes y experimentados. Y permitirá conocer si los aficionados locales dejan de entonar los cánticos considerados homofóbicos que se han convertido en una pesadilla para los dirigentes del fútbol mexicano.
México, que milita en el Grupo B, se estrenó en el torneo con una goleada de 5-1 como visitante frente a Bermudas. El ariete José Juan Macías firmó un doblete, mientras que Hirving Lozano, Uriel Antuna y Héctor Herrera hicieron los otros tantos.
Macías, quien disputó apenas su segundo partido con la selección mayor, es uno de varios jugadores de la selección olímpica que el “Tata” Martino ha citado para los próximos dos duelos. Su intención por ahora es darles fogueo para el torneo preolímpico rumbo a Tokio 2020.
“No porque tengan 21 años dejan de ser de la selección mayor, calidad futbolística la tienen y no la puedes negar, por algo están en selección mayor”, dijo el zaguero Carlos Salcedo, uno de los pocos mundialistas que integran la plantilla actual.
El Tri incluye también en su plantel a Sebastián Córdova, Alan Mozo, Cristian Calderón, Raúl Gudiño y Diego Lainez, quienes después de los Olímpicos se perfilan como el recambio generacional.
“Es importante trabajar con jóvenes y que tengan competencia... eso ayudará a su crecimiento y a lo que significa jugar con la camiseta de la selección, si se les convoco es porque tienen méritos y cualidades. Dependerá de ellos seguir aquí”, agregó el estratega argentino.
Martino, quien asumió el puesto en enero, había disputado prácticamente todos sus encuentros fuera de territorio nacional, con excepción de un amistoso ante Trinidad y Tobago, el 2 de octubre en Toluca, a unos 70 kilómetros de la capital.
“Siempre será importante el poder conducir un equipo en un estadio con tanta historia y tan importante con el futbol argentino porque fue escenario del último gran logro que ha tenido mi país”, dijo Martino en referencia al Azteca, donde Argentina se coronó en el Mundial de 1986. “Pero lo más importante es el desempeño de los futbolistas, el tener un buen partido y poder ganar”.
Para México, el partido no reviste tanta importancia. Panamá, en cambio, requiere sumar puntos en la clasificación de la FIFA si aspira al Mundial de Qatar.
Bajo el actual esquema, los seis mejores equipos en el ránking irán directo al hexagonal final de la eliminatoria mundialista.
Panamá es noveno y viene de perder en casa 2-0 ante Bermudas, un revés que levantó duras críticas contra el entrenador argentino Américo “Tolo” Gallego, quien en su andar por suelo azteca levantó un título de liga con el Toluca en el Apertura 2005.
“México me trae buenos recuerdos, tan es así que dimos la vuelta olímpica en Monterrey y después me quedé más en México porque tenía otra propuesta y aunque tenía al Atlas confirmado les dije que no”, dijo Gallego. “Y ahora el fútbol de México está muy bueno, hay equipos muy importantes, y en la selección yo veo otra cultura de trabajo con el ‘Tata’”.
El partido, que comienza a las 9 de la noche (0200 GMT), será el primero oficial en casa para México desde el 1 de septiembre de 2017, cuando derrotó 1-0 justamente a Panamá en las eliminatorias mundialistas para Rusia 2018.
Por lo tanto, será también la primera oportunidad de ver si los aficionados locales dejan de emitir un grito homofóbico cada vez que despeja el balón un portero rival.
El grito ha provocado 14 multas de la FIFA a la Federación Mexicana de Fútbol, que recientemente lanzó una nueva campaña, en la que advierte a los hinchas de los riesgos en caso de no cesar su comportamiento, entre ellos que los partidos se jueguen a puerta cerrada o la pérdida de puntos que podrían dejar fuera a la selección mexicana del Mundial de 2022 en Qatar.
El cántico llamó la atención a nivel internacional durante la Copa del Mundo de Brasil 2014, donde el organismo rector del fútbol abrió una investigación. En aquella ocasión, los mexicanos fueron exonerados porque la comisión disciplinaria decidió que el grito "no era considerado un insulto en este contexto específico".
Ese argumento fue esgrimido por los dirigentes del fútbol local en apelaciones a las multas de FIFA ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS).
"En el pasado queríamos proteger la libre expresión de los aficionados tratando de definir si (el grito) tenía carácter discriminatorio o no. Eso ya vimos que no funcionó y tenemos que entender que el acto es discriminatorio si una tercera persona se siente afectada más allá de que nosotros pensemos que esa palabra es mala o buena", explicó el presidente de la Federación Mexicana, Yon de Luisa.