Protestan en España tras condenas a separatistas catalanes
MADRID (AP) — Policías antimotines se enfrentaron el lunes contra furiosos manifestantes afuera del aeropuerto de Barcelona luego de que el Tribunal Supremo de España condenó a 12 líderes separatistas por promover ilegalmente la independencia de la rica región de Cataluña y sentenció a nueve de ellos a prisión.
Las autoridades dispararon balas de goma y utilizaron toletes contra los miles de manifestantes que se congregaron en el aeropuerto El Prat después de que se diera a conocer el veredicto en Madrid. Los inconformes respondieron arrojando objetos contra los agentes, rociando extinguidores y rompiendo cristales durante los enfrentamientos que se extendieron hasta el anochecer.
Al menos 75 personas recibieron atención médica por heridas en la escena del altercado, dijo el servicio de emergencias catalán SEM. El operador aeroportuario de España, AENA, dijo que por lo menos 108 vuelos fueron cancelados.
La policía también se enfrentó con enardecidas multitudes la noche del lunes en el centro de Barcelona. Utilizaron toletes y se escucharon sonidos similares a disparos de proyectiles.
Nueve de los 12 políticos y activistas catalanes fueron declarados culpables de sedición y se les impusieron sentencias de entre nueve y 13 años de cárcel. Cuatro de ellos también fueron condenados por malversación de fondos públicos.
Los otros tres fueron multados por desobediencia. La corte les prohibió a todos desempeñarse en cargos públicos.
Los 12 acusados fueron absueltos del cargo más grave de insubordinación, que implicaba el uso de violencia, y que fue presentado por fiscales y abogados del partido de extrema derecha Vox. El líder de Vox, Santiago Abascal, criticó el veredicto, diciendo que fue muy benévolo.
El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, señaló que el veredicto probó que el intento de secesión de 2017 se había convertido en "un naufragio" e instó a la gente a dejar de lado las posiciones extremistas y "embarcarse en una nueva fase" para Cataluña.
Dijo que esperaba que las sentencias representaran un parteaguas en el añejo enfrentamiento entre las autoridades nacionales en Madrid y los separatistas en la capital catalana de Barcelona.
Los ánimos se caldearon después de que el Tribunal Supremo emitió su decisión en Madrid, lo que causó que los secesionistas tomaran las calles y obstaculizaran el tránsito en algunas rutas ferroviarias al colocar neumáticos en llamas sobre las vías, además de bloquear caminos y la entrada al aeropuerto.
Después de ser sentenciado a 13 años de cárcel, el exvicepresidente regional Oriol Junqueras declaró que la independencia de Cataluña estaba más cerca que nunca.
Pero el movimiento separatista catalán atraviesa su periodo más complicado en años. Con las elecciones generales programadas para el 10 de noviembre, sus líderes más carismáticos ahora están en prisión o en el extranjero después de huir para evitar ser procesados.
Los líderes catalanes sentenciados, que estuvieron tras las rejas por casi dos años mientras sus casos pasaban por las cortes, se han convertido en símbolos importantes para los separatistas.
El expresidente catalán Carles Puigdemont, quien junto con otros políticos huyó a Bélgica en octubre de 2017 cuando fueron citados para comparecer ante la corte, dijo que las elecciones generales son una oportunidad para mostrar una “respuesta masiva de rechazo, de dignidad y de firmeza” a los movimientos catalanes de independencia.
Sus comentarios surgieron horas después de que un juez del Tribunal Supremo de España emitió una orden de arresto internacional en su contra.
Andrew Dowling, un experto de política española contemporánea en la Universidad de Cardiff en Gales, dijo que las sentencias son “muy duras” y van a “empeorar una situación que ya era mala”.
“Va a crear una herida terrible en la sociedad catalana hasta que estas personas sean liberadas”, comentó vía telefónica. “Creo que será el asunto más importante para los catalanes en el futuro previsible”.
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Los periodistas de The Associated Press Renata Brito en Barcelona y Barry Hatton en Lisboa contribuyeron a este despacho.