AP Explica: ¿Por qué critican candidatura de Evo Morales?
LA PAZ, Bolivia (AP) — La única vez que Evo Morales ha sido derrotado en las urnas bolivianas fue cuando llamó a un referendo en 2016 para modificar la Constitución y aspirar a la reelección por cuarta ocasión en las elecciones del próximo 20 de octubre.
El mandatario ignoró la opinión pública y forzó su postulación al amparo de un controvertido fallo judicial, pero esa decisión movilizó a grupos de ciudadanos y potenció a la entonces débil oposición, que ahora tiene una oportunidad de recuperar espacios con un Morales desgastado tras casi 14 años de gobierno.
Para ganar en primera vuelta, Morales debe obtener el 50% más un voto o ganar con al menos 40% de los sufragios, pero con una diferencia de diez puntos porcentuales frente al segundo lugar.
El gobernante es el último de los sobrevivientes de la generación de líderes izquierdistas que gobernaron América Latina en los últimos años. A continuación, un vistazo a la polémica en la que se ha visto envuelta su más reciente candidatura.
UNA SOLA REELECCIÓN CONTINUA
Tres años después de asumir el gobierno (2006), Morales llamó a reformar la Constitución. La reelección presidencial fue uno de los temas más debatidos en medio de una crisis política. El nuevo texto entró en vigor en 2009 y dice que el presidente “puede ser reelecto por una sola vez de manera continua”.
Tras promulgar la norma, Morales llamó a elecciones anticipadas con el argumento de que el país se estaba refundando con una nueva Carta Magna y no hizo valer los tres años en el gobierno que llevaba (2006-2009), a pesar de que el texto constitucional dice que esa gestión debió tomarse como primer mandato.
El Tribunal Constitucional avaló la postura oficialista y no computó ese primer mandato, explica el jurista Carlos Alarcón.
La oposición había quedado derrotada y sin fuerza para protestar. Morales estaba en el pico de su popularidad y ganó la elección de 2009 con el 64% de los votos. En los hechos, su gestión de 2010-2014 fue computado como el primero. En 2014 fue reelegido para un segundo mandato con el 61% de los votos.
UN REFERENDO DIJO “NO”
Ya con un tiempo en el poder, el presidente llamó a referendo para cambiar la Constitución e incluir la reelección indefinida. Perdió por estrecho margen en febrero de 2016.
En un primer momento, Morales reconoció su derrota en la consulta.
“Estamos derrotados, pero es una pequeña batalla”, dijo tras conocer que el “NO” había ganado con una ventaja del 2,6% de los votos.
Sin embargo, después dijo que “en el referendo ganó la mentira”, y su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS), apeló al Tribunal Constitucional reclamando el derecho del mandatario a ser elegido al amparo de la Convención Americana sobre Derechos Humanos (1969). Ese tribunal volvió a darle la razón.
El entonces magistrado Macario Lahor justificó que el fallo “declara la aplicación preferente” de los “derechos políticos” consagrados en “convenios internacionales”.
Al amparo de su popularidad, Morales “extendió su control sobre todas las instituciones del Estado”, incluyendo la justicia, explicó el exjuez electoral Jorge Lazarte.
LA OPOSICIÓN SE EMPODERA
El desconocimiento de la voluntad popular movilizó a la sociedad y fortaleció a los opositores. A pesar de las protestas, el Tribunal Supremo Electoral validó el fallo constitucional y avaló la postulación de Morales.
Desde entonces surgieron “plataformas ciudadanas” bajo el lema de “Bolivia dijo NO”, que son las que ahora respaldan a los dos principales rivales del mandatario: el expresidente de centro Carlos Mesa (2003-2005), que lidera la alianza Comunidad Ciudadana (CC), y el senador de centro derecha Óscar Ortiz de la coalición Bolivia Dijo No (BDN).
Las encuestas proyectan que Morales ganaría en primera vuelta, pero sin la mayoría suficiente y está buscando evitar el balotage ante la posibilidad de que se una el voto opositor.