Escapan partidarios de EI ante el avance turco en Siria
AKCAKALE, Turquía (AP) — Las fuerzas turcas avanzaron el domingo sobre una crucial localidad controlada por kurdos en el norte de Siria, desencadenando combates que permitieron escapar a cientos de partidarios del grupo extremista Estado Islámico, que estaban retenidos en un campo para desplazados cerca de una base de la coalición que lidera Estados Unidos.
Por otro lado, Naciones Unidas estimó que más de 130.000 sirios han huido desde el inicio de la operación hace cinco días. Los choques llegaron a la autopista que conecta Hassakeh, una ciudad importante y núcleo logístico, con Ain Eissa, el centro administrativo de las zonas que controlan los kurdos.
El campamento en Ain Eissa, unos 35 kilómetros (20 millas) al sur de la frontera, alojaba a unas 12.000 personas, incluidas 1.000 esposas y viudas de combatientes del grupo EI y sus hijos.
El gobierno de liderazgo kurdo en el norte de Siria indicó que 950 partidarios del grupo EI habían escapado tras atacar a los guardas y asaltar las puertas. En un primer momento no fue posible confirmar esa cifra.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos dijo que aviones turcos habían atacado poblados cerca del campo el domingo. El grupo de monitoreo dijo que varios residentes del campo habían huido al estallar los combates entre combatientes sirios con respaldo turco y las fuerzas kurdas, sin concretar una cifra.
Las Fuerzas Democráticas Sirias, lideradas por kurdos, fueron un aliado clave de Estados Unidos en la lucha contra el grupo EI y expulsaron a los extremistas de la mayor parte del territorio que controlaban en el nordeste de Siria. El contingente capturó a miles de combatientes y sus familias en la campaña, y ha advertido que podría no ser capaz de mantener sus varios centros de detención mientras trata de repeler la ofensiva turca.
Turquía ve a los combatientes kurdos como terroristas por sus lazos con la insurgencia kurda en el sureste de Turquía, y ha prometido establecer una “zona segura” a lo largo de la frontera. Ankara lanzó la operación esta semana, después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, moviera a un lado las fuerzas estadounidenses indicando que estaba comprometido con acabar con las guerras “infinitas” de Estados Unidos.
Un funcionario estadounidense señaló que la situación en la zona “se está deteriorando deprisa” y que el avance de las fuerzas con apoyo turco podría aislar a las tropas estadounidenses en la región.
Esto aumenta el riesgo de una confrontación entre las fuerzas aliadas con Turquía y los soldados estadounidenses en la zona.
El funcionario, que habló con The Associated Press bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a informar a la prensa, añadió que las fuerzas estadounidenses y sus aliados kurdos ya no controlan las vías de comunicación terrestre y no tienen ningún control sobre las aeronaves turcas que sobrevuelan la zona.
El domingo también había intensos combates en la localidad de Suluk, en el nordeste de Ain Eissa. La agencia oficial turca de noticias dijo que Fuerzas sirias aliadas con Turquía habían tomado Suluk, mientras que fuentes kurdas dijeron que aún estaban luchando por tomarla.
Anadolu dijo que las fuerzas con respaldo turco habían despejado el centro de la localidad, situada en un estratégico cruce unos 10 kilómetros al sur de la frontera. Una fuente kurda dijo bajo condición de anonimato que los combates continuaban en Suluk.
Las tropas turcas y sus aliados sirios han avanzado de forma constante desde que iniciaron la operación, tomando varios pueblos norteños con combates y bombardeos que han dejado docenas de muertos y heridos. El Ejército dijo haber capturado el centro de la ciudad de Ras al-Ayn el sábado. Los bombardeos turcos continuaban en torno a la localidad, se oían choques esporádicos.
El Ministerio Turco de Defensa tuiteó que 480 combatientes kurdos habían sido “neutralizados” desde el miércoles. No fue posible verificar la cifra de forma independiente.
Varios proyectiles lanzados desde Siria golpearon las poblaciones fronterizas turcas de Akcakale y Suruc, en la provincia de Sanliurfa. Una persona resultó herida el domingo en Suruc, según Anadolu.
El domingo por la mañana se oían intensas rondas de artillería turca en Akcakale y al menos un proyectil lanzado desde el otro lado impactó en una casa, dejando un enorme agujero en el exterior y escombros dentro. En un primer momento no estaba claro si alguien había resultado herido. La policía reunía pruebas mientras una multitud miraba en el exterior.
Por otro lado, Naciones Unidas dijo que una estación de bombeo en Hassakeh había sufrido daños de proyectiles, lo que afectaría al suministro de agua para 400.000 personas, incluidos 82.000 residentes de campos para desplazados.
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Los periodistas de Associated Press Sarah El Deeb en Beirut y Zeynep Bilginsoy en Estambul contribuyeron.