Miles vuelven a marchar en Hong Kong
HONG KONG (AP) — Grupos de manifestantes volvieron a salir el sábado a las calles mojadas por la lluvia en múltiples sitios de Hong Kong, desafiando las advertencias de la policía de que se estaban reuniendo ilegalmente.
Algunos inconformes que arrojaban bombas incendiarias dañaron una estación del metro, indicó la policía.
Los mítines en la península de Kowloon y una pequeña reunión de jubilados frente a la sede de la policía en la isla de Hong Kong mantuvieron la presión sobre la jefa de gobierno de la ciudad, Carrie Lam, para que ceda a las exigencias del movimiento de protestas iniciado hace meses antes de su discurso anual de políticas el miércoles.
Varios miles de manifestantes participaron en la marcha en Kowloon, que la policía dijo era una reunión ilegal. Un grupo de agentes antimotines que hacía sonar sus escudos de plástico avanzaba atrás a cierta distancia, despejando los bloqueos de caminos establecidos por los inconformes.
Frente a la sede de la policía, unas 200 personas, muchas de ellas jubiladas, también se reunieron pacíficamente, algunas gritándoles a agentes vestidos de civil, que no intervinieron. En otros sitios también se reunieron varios cientos de personas. Unas 300 fueron convocadas a un centro comercial, donde cantaron y colocaron afiches de protesta.
La mayoría de los manifestantes portaban mascarillas sobre la boca en desafío a una prohibición establecida hace una semana, la cual advierte de una pena de hasta un año de cárcel a quienes porten máscaras en la cara en mítines.
La policía reportó en su página de Facebook que los manifestantes arrojaron bombas incendiarias dentro de una estación del tren subterráneo en Kowloon, “representando una amenaza a la seguridad de los ciudadanos”, pero sin dejar lesionados.
Sin embargo, en general las protestas fueron más moderadas y con menos asistentes que las que se han visto durante los más de cuatro meses de agitación que han sacudido este territorio chino semiautónomo.
Decenas de miles de manifestantes enmascarados salieron a las calles de Hong Kong el domingo pasado.