Exnarcotraficante: pagué sobornos a presidentes hondureños
NUEVA YORK (AP) — El exjefe del cartel de Los Cachiros, Devis Lionel Rivera Maradiaga, testificó el viernes que pagó sobornos al exmandatario de Honduras, Porfirio Lobo, y al actual líder del país centroamericano, Juan Orlando Hernández, a cambio que se lo protegiera de una extradición a Estados Unidos y otros favores.
Según Maradiaga, a Lobo le dio entre 500.000 y 600.000 dólares en 2009 a cambio de protección para evitar su extradición a Estados Unidos. Para Hernández habrían sido 250.000 dólares, pero no mencionó cuándo.
El extraficante testificó durante el interrogatorio que fiscales y abogados le hicieron en el juicio que se lleva a cabo en Nueva York a Tony Hernández, hermano del actual mandatario hondureño. Tony Hernández está acusado de tráfico de drogas.
Rivera Maradiaga testificó que sobornó a tantos políticos en Honduras a cambio de protección en el narcotráfico que “hasta Pacheco Ticono fue sobornado”. Julián Pacheco Tinoco es el actual Ministro de Seguridad de Honduras.
No es la primera vez que el tema de los supuestos sobornos para el presidente Hernández ha salido a colación en el juicio de su hermano en Estados Unidos. El mandatario ha rechazado previamente los señalamientos en Twitter y en ruedas de prensa. Lobo también ha negado las acusaciones.
El extraficante, que admitió en la corte ser responsable de 78 asesinatos, habló en el séptimo día de juicio, que ha atraído a decenas de hondureños a la sala del juez Kevin Castel en la corte federal de Manhattan. Rivera Maradiaga también aseguró que los líderes del cartel de los Valle Valle le dijeron en 2014 que planeaban matar al actual presidente hondureño porque éste no les respondía el teléfono después de que ellos habían ayudado a financiar su elección presidencial en la zona de El Espíritu, en Copán. Según Rivera Maradiaga, los hermanos Valle Valle --Luis y Arnulfo-- le hablaron sobre su plan de asesinato durante una reunión en El Espíritu.
El extraficante aseguró que él no se planteaba colaborar en ese asesinato porque ya estaba ayudando a escondidas a la agencia antidrogas estadounidense. “Y además nunca estuvo en mis pensamientos matar al presidente de mi país”, dijo.
El presidente Hernández respondió en Twitter el viernes que el FBI reveló la “magnitud del plan del cartel de los Valle Valle y sus socios para asesinarme, porque sabían que tarde o temprano los íbamos a capturar, extraditar e incautar bienes obtenidos con sangre”.
“De eso sí hay pruebas reales; no como las acusaciones de los narcos asesinos”, escribió el mandatario.
Rivera Maradiaga también dijo que el actual diputado Reynaldo Ekónomo le dijo en 2014 que había rumores de que Rivera Maradiaga quería matar al presidente. Rivera Maradiaga le dijo que eso no era verdad, testificó.
Entonces, un par de horas después, Ekónomo llamó por teléfono a Rivera Maradiaga y activó el altavoz en su celular. Ekónomo le dijo que estaba reunido con el presidente Hernández, testificó el Cachiro. El diputado supuestamente le dijo a Rivera Maradiaga que el presidente sólo escucharía la conversación telefónica y no hablaría.
Rivera Maradiaga le dijo al presidente que no tenía intención de matarle y que los rumores eran falsos, testificó. Supuestamente también le dijo que él había apoyado las elecciones del Partido Nacional del presidente al haber contribuido en las campañas electorales de políticos locales.
El testimonio de Rivera Maradiaga se esperaba con gran expectación en el juicio ya que el narcotraficante fue uno de los más importantes y violentos de la historia reciente de Honduras. El viernes, tal y como ha hecho otras veces en una corte federal estadounidense, dijo haber sido responsable de la muerte de 78 personas.
Testificó también que durante su vida en el narcotráfico, del 2002 al 2013, llegó a traficar unas 130 toneladas de cocaína hacia Estados Unidos. A finales del 2013 empezó a colaborar con la agencia antidrogas estadounidense (DEA, por sus siglas en inglés).
Fue así como explicó que en el 2014 se reunió en un restaurante de la cadena Denny’s, en Tegucigalpa, con Tony Hernández. Testificó que llevaba un reloj con una cámara de video dentro y que filmó a Hernández. Le dio el video después a su abogado y éste se lo entregó a la DEA.
En el video, que se mostró en la sala de la corte, se ve a Hernández conversando con Rivera Maradiaga y otros. El Cachiro supuestamente se citó allí con Hernández para pedirle que le consiguiera dinero que el gobierno hondureño debía a una empresa fantasma que usaba Rivera Maradiaga para lavar dinero del narcotráfico.
El exnarcotraficante ya testificó sobre esa reunión hace unos cuatro años, durante el juicio por narcotráfico a Fabio Lobo, hijo del expresidente Lobo.
La empresa fantasma se llamaba Inrimar y se dedicaba a construir carreteras. Otras empresas fantasmas de Los Cachiros incluían el manejo de un zoológico.
El abogado de Hernández, Michael Tein, interrogó durante largo rato a Rivera Maradiaga sobre los millones que ganó en el narcotráfico. Éste dijo que ganó unos 50 millones de dólares y que los invirtió en sobornos a políticos, joyas, propiedades, sicarios y regalos a novias.
Dijo que antes de que el Departamento del Tesoro estadounidense le congelara las cuentas bancarias que tenía en Honduras, él sacó el dinero que tenía ahí, unos 100 millones de lempiras. Parte de ese dinero ha sido gastado por la familia del Cachiro, dijo, y otra parte “está guardado”, señaló sin especificar.
“Yo daría parte de esas ganancias si el juez me autoriza a darlo”, testificó.
El lunes, un exalcalde y extraficante de droga hondureño declaró en el juicio que el narcotraficante mexicano Joaquín “El Chapo” Guzmán le entregó personalmente un millón de dólares a Tony Hernández en 2013 para financiar la campaña presidencial del actual mandatario de Honduras.
“El Chapo” hizo el pago para poder traficar cocaína sin interferencias desde Honduras hasta Guatemala, testificó el exnarco Amílcar Alexander Ardón, durante el cuarto día de juicio.