Liz Weston: La verdad acerca de las universidades caras
El reciente escándalo en torno a las admisiones de estudiantes universitarios estadounidenses, que motivó una condena a 14 días de prisión de la actriz Felicity Huffman, sacó a la luz la obsesión de muchos ricos por colocar a sus hijos en la escuela “indicada”. Fiscales dicen que algunas familias pagaron coimas, falsificaron resultados de exámenes e hicieron pasar a sus hijos por deportistas con tal de que fuesen admitidos en instituciones educativas de elite.
Estas familias ricas creen erróneamente que ciertas escuelas aseguran el futuro de sus hijos, según Lynn O’Shaughnessy, autora de “The College Solution” (La solución universitaria). Estas personas están convencidas de que cierto tipo de educación justifica todo tipo de esfuerzo, estrés... y endeudamiento.
O’Shaughnessy dice que esta gente trata a esas universidades como “escuelas mágicas: Si tu hijo es admitido, su vida transcurrirá por un sendero cubierto de oro”.
La realidad es que las universidades a las que van los jóvenes inciden mucho menos que las carreras que eligen y que numerosos estudios señalan que las casas de estudio de elite no garantizan beneficios adicionales a casi nadie. Las expectativas exageradas, por el contrario, pueden generar desenlaces malos, incluida una tasa más alta de abandono de los estudios.
Algunos elementos importantes a tener en cuenta a la hora de selecciones universidades en Estados Unidos:
LA MAYORÍA DE LAS UNIVERSIDADES ACEPTA A LA MAYORÍA DE LOS POSTULANTES
El frenesí en torno a la admisión en una universidad --y la idea de que cuesta ingresar a las escuelas “buenas”-- responde mayormente a la existencia de sistemas de clasificación con muchas fallas y al hecho de que un puñado de instituciones aceptan un porcentaje bajo de solicitantes de admisión. Stanford University, por ejemplo, admitió tan solo un 5% de los solicitantes el año pasado, Yale el 6%, la Universidad del Sur de California un 11% y Georgetown un 14%.
A partir de información del 2017, el Centro de Investigaciones Pew encontró solo 46 universidades con promedios de admisión por debajo del 20%. El 80% de las 1.364 universidades que tomó en cuenta en el estudio admitieron por lo menos la mitad de las solicitudes de ingreso. Un 53% admitió al menos dos tercios de las solicitudes.
Los chicos que no son admitidos en las 46 universidades de elite tienen muchas otras opciones buenas.
UNA UNIVERSIDAD DE ELITE NO GARANTIZA MEJORES RESULTADOS
Las universidades de elite no producen personas más felices ni más exitosas. Un estudio del 2014 de casi 30.000 estudiantes graduados encontró que no hay relación alguna entre la tasa de admisión de una universidad y la satisfacción o el bienestar futuro del estudiante. Estudios previos de Alan Krueger, de Princeton, y de Stace Dale, de Mathematica Policy Research, indicaron que estudiantes que fueron admitidos en universidades selectas pero terminaron cursando estudios en otras tuvieron el mismo éxito financiero.
Las universidades de elite mejoraron significativamente los ingresos de negros, hispanos y otras personas de familias de bajos recursos y de los jóvenes cuyos padres no tienen títulos universitarios, se acuerdo con Krueger y Dale. Otro grupo de investigadores, sin embargo, comprobó que las universidades selectas no ayudaron demasiado a estudiantes pobres o con problemas. Muchas de las escuelas que mejoraron las oportunidades de los estudiantes humildes eran universidades públicas más baratas, como la Universidad Estatal de California o la City University de Nueva York.
LO QUE IMPORTA ES LA CARRERA
Los padres creen erróneamente que una universidad de renombre impresionará a los empleadores y generará más oportunidades. El investigador Paul Hill, que analizó millones de casos, dice que eso no es así. La carrera elegida por el estudiante incide mucho más, afirmó Hill, presidente de Job Search Intelligence de Los Ángeles.
“Un chico con un título en ciberseguridad va a ganar tres veces lo que gana alguien que se graduó en Harvard en una carrera ‘blanda’, como artes liberales, humanidades y esas cosas”, manifestó Hill, quien también dirige la organización sin fines de lucro Educate to Career, que ofrece a las familias información sobre admisiones universitarias y resultados de los estudios. “Los conocimientos son lo que importa, no el nombre (de una universidad) en el diploma”.
EL RIESGO DE LAS ESCUELAS ‘REACH”
Muchos consejeros y padres recomiendan a los estudiantes que se postulen a universidades llamadas “reach”, en las que el promedio de notas y otras calificaciones está muy por encima de las del postulante. La idea es que a veces un chico tiene suerte y es admitido en una casa de estudios buena a pesar de tener malos antecedentes académicos.
Esto, no obstante, tal vez no sea bueno. Hill comprobó que los estudiantes con menos aptitudes reciben menos ayuda financiera y son más proclives a abandonar los estudios o ser suspendidos. En la mayoría de las casas de estudios, afirmó, tratar de ser admitido donde el joven no es bienvenido puede ser contraproducente, ya que resulta más caro y el estudiante se desilusiona.
“Los padres se obsesionan con la idea de que su hijo vaya a la mejor escuela posible”, dijo Hill. “Esto puede generar grandes frustraciones”.
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Este artículo fue suministrado a The Associated Press por el servicio online de asesoría en finanzas personales NerdWallet. Lizi Weston es reportera de NerdWallet. Email: [email protected]. Twitter: @lizweston.
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