Mueren más de 17 manifestantes en protestas en Bagdad
BAGDAD (AP) — Fuerzas de seguridad iraquíes dispararon el viernes directamente en contra de cientos de personas durante una protesta antigubernamental en el centro de Bagdad, matando a por lo menos 17 manifestantes y dejando decenas de heridos.
Con los decesos del viernes, la cifra de muertos durante la más reciente ola de enfrentamientos subió a 59, y marcó una importante escalada en el uso de la fuerza en contra de manifestantes desarmados.
Horas antes, el principal sacerdote chií del país llamó a ambas partes a poner fin a cuatro días de violencia “antes de que sea demasiado tarde”.
Sin embargo, ni el gobierno ni la oposición parecen dispuestos a dar marcha atrás sobre el descontento que se ha establecido como el desafío más serio para Irak desde la caída del grupo Estado Islámico hace dos años.
Las protestas espontáneas, que iniciaron el martes, comenzaron después de que manifestantes _ en su mayoría jóvenes _ salieron a las calles para exigir empleo, mejoras en servicios como el agua y la electricidad, y dar fin a la corrupción.
En un intento desesperado por frenar las marchas multitudinarias, las autoridades bloquearon la señal de internet e impusieron un toque de queda de 24 horas en la capital.
Pero los manifestantes, muchos de los cuales acamparon la noche del jueves en las calles, se reunieron poco después del mediodía cerca de la Plaza de la Liberación en un abierto desafío al toque de queda.
Después de las oraciones del viernes al caer el sol, el número de manifestantes rebasó el millar y las fuerzas de seguridad abrieron fuego en las calles aledañas para evitar que más personas llegaran a la plaza, la cual estaba acordonada.
Dos personas murieron de disparos en la cabeza por parte de las fuerzas de seguridad, según los testigos y funcionarios de seguridad y salud. El departamento de comunicación militar informó que dos policías y dos civiles murieron por disparos de francotiradores.
“No hay luz, no hay empleo, la gente se muere de hambre y las personas están enfermas. Es una maldición”, dijo un joven manifestante que se negó a ser identificado por miedo a represalias.
Rasoul Saray, un desempleado de 34 años y residente de la capital, prometió seguir manifestándose a pesar de las medidas impuestas por el gobierno.
“Participo en las protestas debido al desempleo y la corrupción”, dijo Saray.
El viernes, en sus primeros comentarios desde que comenzaron las protestas, el gran ayatolá Alí al-Sistani exhortó a ambas partes a terminar con la violencia, y culpó a los políticos, en particular a los legisladores, por no promulgar las reformas prometidas en economía y combate a la corrupción.
“El gobierno y los bandos políticos no han cumplido con las demandas del pueblo de combatir la corrupción”, dijo Al-Sistani en un sermón leído por su representante Ahmed al-Safi en la ciudad de Karbala.
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Los periodistas de Associated Press Zeina Karam y Bassem Mroue en Beirut contribuyeron a este despacho.