Vecinos de San Francisco tratan de alejar a los indigentes
SAN FRANCISCO (AP) — Un grupo de vecinos de San Francisco dijo que tenía que hacer algo para que sus calles estuvieran seguras. ¿Su respuesta? Unas piedras grandes.
Cansados de lo que dicen es negligencia municipal para combatir el problema de la gente que vive en las calles y el consumo creciente de drogas, los vecinos trajeron rocas a sus aceras para evitar que gente desamparada coloque sus tiendas de campaña en las calles.
Eso dio lugar a una pelea reveladora de la frustración provocada por una crisis sin precedentes de indigentes que viven en las calles de California. Las municipalidades tienen problemas para remediar la falta de viviendas asequibles y el número creciente de asentamientos de gente desamparada que están apareciendo en las calles de las ciudades, a veces en zonas residenciales.
“Todos estábamos tan desesperados que decidimos juntarnos porque no se trataba de apenas una o dos tiendas de campaña con gente indigente viviendo en las calles”, dijo John, quien habló con la condición de ser identificado sólo por su nombre de pila debido a las amenazas que los residentes han recibido por las rocas. “Estaban vendiendo drogas en grandes tiendas de campaña, y la gente entraba y salía, y la gente no se sentía segura de noche al caminar hacia sus propias casas”.
Las rocas fueron colocadas en un pasaje de la calle Market, una de las principales avenidas de San Francisco. Evitaron que la gente levante tiendas de campaña por un par de semanas, hasta que activistas defensores de los indigentes se enteraron y movieron algunas rocas hacia la calle.
El municipio se involucró porque las rocas eran un peligro a la seguridad pública, y las movió con un bulldozer hacia la acera. Pero los activistas regresaron y las empujaron de nuevo a la calle.
Al parecer la lucha de poder terminó esta semana cuando los vecinos pidieron al municipio que retirara las rocas, diciendo que estaban siendo acosados a través de llamadas, mensajes electrónicos y que algunas personas los amenazaban cuando salían de sus casas.