Más críticas a Qatar, por asientos vacíos durante Mundial
DOHA (AP) — Shelly-Ann Fraser había completado su vuelta triunfal, tras ser coronada de nuevo como la mujer más rápida del planeta. Cargó en brazos a su hijo de 2 años y agradeció a la multitud.
Bueno, “multitud” es una palabra exagerada. Quedaban apenas unas decenas de espectadores en el graderío, unos minutos después de la final de los 100 metros para mujeres, una de las pruebas principales del Mundial de atletismo en Doha. La mayoría de los presentes eran compatriotas o familiares jamaiquinos de Fraser, o bien delegados de los distintos países.
Justo antes de la carrera, se redujo la intensidad de las luces para un espectáculo de rayos láser. Perecía haber 1.000 espectadores en la tribuna del Estadio Internacional Jalifa el domingo por la noche, para atestiguar la manera en que Fraser-Pryce conquistaba su cuarto cetro mundial.
“En realidad sí noté que el estadio no estaba lleno”, dijo la jamaiquina. “Pese a que había una 1.000 personas en las gradas, ahí estaban las dos personas más importantes para verme competir”.
La falta de espectadores durante los primeros tres días del Mundial han agravado las críticas contra la decisión de la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF) que otorgó la sede de su evento principal a un país pequeño, con pocos aficionados a las pruebas de pista y campo, y con un calor abrasador.
Hay aire acondicionado en el estadio al aire libre, pero las pruebas de maratón y marcha han debido realizarse después de la medianoche, entre las calles desiertas.
La IAAF no ha emitido comentarios sobre si las butacas vacías ponen en entredicho la decisión de elegir a Qatar. Por ahora, el organismo rector del atletismo ha señalado que la responsabilidad recae en los organizadores locales, quienes emitieron el lunes un comunicado en el que atribuyeron la pobre asistencia a la decisión de realizar pruebas muy tarde en la noche para que puedan ser vistas por el público global en la TV.
Asimismo, los organizadores recordaron que el Mundial ha sido boicoteado por los vecinos de Qatar, incluidos los Emiratos Árabes Unidos.
La elección de Doha ha sido cuestionada desde que se anunció en 2014.
Pero el presidente de la IAAF Sebastian Coe no puede culpar por la decisión a su antecesor Lamine Diack. Coe no sólo era vicepresidente del organismo en aquel año, sino que formaba parte de la comisión que evaluaba las candidaturas.
En 2014, Coe dijo que Qatar “puso sobre la mesa algunos incentivos”, incluida la construcción de pistas de atletismo en todo el mundo. Un año después, Coe dijo a miembros del Parlamento británico que no estaba seguro de si la candidatura era limpia.
La conducta de Qatar en la puja por la sede del Mundial de atletismo, en la que fue derrotado originalmente para la edición de 2017, sigue siendo objeto de una investigación penal en Francia. Un cargo preliminar de “corrupción activa” fue presentado en mayo contra Nasser Al-Jelafi, presidente del grupo mediático beIN, que controla también el club francés de fútbol París Saint-Germain.
El grupo empresarial niega haber incurrido en actos ilícitos. El caso se centra en un pago de 3,5 millones de dólares a un dirigente de la IAAF.
Horas antes de la noche de gloria de Fraser-Pryce, funcionarios de la Unidad de Integridad del Atletismo estuvieron en el estadio para abordar varios temas que generaban preocupación, incluidas las potenciales irregularidades en la candidatura de Qatar.
“Es un tema que causa preocupación, no sólo entre nosotros, sino en otros”, indicó Brett Clothier, jefe de la Unidad, al abordar la cooperación con fiscales franceses.
Cuando se postuló para albergar el Mundial de 2017, Doha prometió a la IAAF que “no habría asientos vacíos”.
Cada sección se venderá, indicaba el documento que acompañaba la candidatura.
A tres días de inaugurado el Mundial, el estadio con capacidad para 40.000 personas no se ha llenado una sola vez. Decenas de miles de asientos están cubiertos con telas que muestran las marcas patrocinadoras de la competición.
Incluso en la final sabatina de los 100 metros de hombres _la prueba principal del campeonato_ había más asientos vacíos que ocupados.
“La IAAF necesita aprender y mejorar, llenar los estadios y hacer del atletismo un deporte más interesante”, dijo Akani Simbine, el sudafricano que terminó cuarto en la final. “Es algo que deben solucionar”.
Eurosport, que posee los derechos de transmisión de los Juegos Olímpicos en Europa, se mofó de la falta de público para la final femenina de los 100 metros.
“El público en Doha aprueba con una ovación”, tuiteó la empresa. Debajo, colocó el video corto de una planta seca que rueda por un terreno desértico.