Empresa de viajes Thomas Cook está al borde del colapso
LONDRES (AP) — Más de 600.000 clientes de la empresa británica Thomas Cook se preguntaban el domingo si podrán llegar a casa mientras una de las compañías de viajes más antiguas y más grandes del mundo está al borde del colapso.
La compañía, que confirmó el viernes que está buscando 200 millones de libras (250 millones de dólares) en fondos adicionales para evitar la quiebra, está en conversaciones de último momento con accionistas y acreedores para evitar la ruina.
Sky News informó que las negociaciones se llevaban a cabo el domingo en la sede de la firma de abogados Slaughter & May con sede en Londres. Thomas Cook no hizo comentarios sobre el informe.
Un colapso podría dejar a unos 150.000 viajeros de Gran Bretaña varados, junto con cientos de miles de clientes de otros países.
En ese escenario, la Autoridad de Aviación Civil de Gran Bretaña probablemente reciba la orden de lanzar una importante operación de repatriación para llevar a casa a los vacacionistas varados, de la misma manera que lo hizo cuando Monarch Airlines se declaró en quiebra hace casi dos años.
Las dificultades financieras están generando dudas sobre el destino de 22.000 empleados de Thomas Cook en todo el mundo, incluidos 9.000 en Gran Bretaña. El operador turístico recaudó recientemente 900 millones de libras (1.120 millones de dólares) en nuevo capital, incluyendo de su principal accionista chino, Fosun.
Los sindicatos y el Partido Laborista, el principal de oposición, han instado al gobierno británico a intervenir financieramente para salvar empleos si la compañía no puede recaudar los fondos necesarios.
Thomas Cook, que comenzó a operar en 1841 con una excursión en tren de un día en Inglaterra, enfrenta desde hace años varios desafíos.
En mayo, la compañía reportó una deuda neta de 1.250 millones de libras y advirtió que la incertidumbre política relacionada con la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea disminuyó la demanda de viajes de vacaciones de verano. Las olas de calor en los últimos veranos en Europa han llevado a muchos vacacionistas a quedarse en casa, mientras que los mayores costos de combustible y hotel han pesado en este sector.