David Ortiz dice que no sabe por qué lo atacaron
David Ortiz dice que aún está procesando mentalmente el tiroteo en un club nocturno en República Dominicana en el que salió gravemente herido, y que no sabe qué provocó el ataque.
El retirado pelotero de los Medias Rojas habló con Univision en una entrevista difundida el viernes en internet, la primera que concede desde la balacera.
Ortiz rechazó las especulaciones de que se tratara de un ataque por encargo y dijo que no está metido en nada turbio que pueda haber provocado el ataque.
“Yo no tengo enemigos”, comentó. “Yo no hago por qué una gente me quiere poner en esa situación”.
En cuanto a las sospechas vertidas sobre él, se las toma de forma personal.
“Estuve para morir, estuve en coma”, dijo a Univision con lágrimas en los ojos. “Gente criticándote, gente (diciendo), ‘¿por qué tú mereces que te maten?’”.
Ortiz, Jugador Más Valioso de la serie mundial de 2013 con el equipo de Boston que ganó el campeonato, recibió un disparo a quemarropa por la espalda de un sicario, que le alcanzó en el torso, según la policía. El objetivo del ataque era otro hombre, según las autoridades.
El exjugador dijo que la situación le pareció surrealista en ese momento y se preguntó si saldría con vida.
“Cuando la bala me impacta, yo lo que siento es como una picazón, los primeros cinco segundos yo pensé que yo estaba teniendo una pesadilla. Ya cuando pasa ese evento, un señor llamado Eliezer (Salvador), que le agradezco muchísimo y me auxilió, fue el que me llevó al hospital”, dijo Ortiz a la televisora.
“Yo estaba en algo que nunca había sentido anteriormente en mi vida y era tratar de sobrevivir”, añadió.
Los médicos en Santo Domingo extirparon la vejiga y parte del intestino de Ortiz. Al día siguiente fue evacuado en un avión de los Medias Rojas a Boston, donde fue operado de nuevo.
Ortiz hizo esta semana su primera aparición esta semana desde el tiroteo, haciendo el primer lanzamiento antes de un juego de Medias Rojas contra los Yanquis de Nueva York. Ortiz dio las gracias a los aficionados por sus oraciones y su apoyo.