EEUU: Niegan entrada a las cortes en carpas a gente externa
HOUSTON (AP) — A los observadores externos no se les permitirá ingresar sin permiso a las cortes instaladas en carpas en la frontera sur de Texas, donde el gobierno del presidente Donald Trump procesa a los miles de migrantes que se vieron obligados a esperar sus casos de asilo en México, informaron el miércoles funcionarios federales.
Las primeras audiencias en el programa llamado coloquialmente “Permanecer en México” comenzaron el miércoles en Laredo, Texas. Un pequeño número de migrantes tendrán audiencias antes de que las carpas en Laredo y Brownsville inicien oficialmente sus actividades la próxima semana.
Las autoridades federales consideran al programa, que Estados Unidos ha extendido en los últimos meses con la cooperación de México, como uno de los factores en la reducción de la cifra de migrantes detenidos en la frontera sur, uno de los principales objetivos de Trump. Sin embargo, los activistas migratorios han expresado su preocupación de que los solicitantes de asilo y migrantes no tengan audiencias justas.
Los observadores externos, incluidos los medios de comunicación, no podrán ingresar a las carpas sin autorización previa, señalaron las autoridades federales. De acuerdo a las normas del Departamento de Justicia, las audiencias en tribunales de inmigración suelen ser abiertas al público, aunque los jueces migratorios pueden negar el acceso a algunas audiencias por motivos de privacidad o para protección del “interés público”.
Un funcionario dijo que el gobierno podría permitir que los posibles observadores presenten solicitudes “en el futuro”.
Los funcionarios informaron a la prensa bajo condición de no ser identificados.
En El Paso, Texas, y en San Diego, los migrantes son trasladados a una corte de inmigración y posteriormente son enviados en autobuses de regreso a la frontera en caso de que las autoridades decidan que deben seguir aguardando en México. Pero en el sur de Texas, se optó por instalar carpas cerca de los puentes internacionales y sobre propiedades de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP por sus iniciales en inglés).
Las carpas tienen un corredor desde cada puente que eventualmente lleva hacia los tribunales equipados para videoconferencias. Los jueces migratorios realizarán las audiencias de manera remota. Los funcionarios señalaron que si los abogados han accedido formalmente a representar a migrantes, podrán acudir en persona a las audiencias. Sin embargo, indicaron que los abogados externos que a menudo observan los procedimientos de inmigración no podrán ingresar a las audiencias.
Más de 40.000 migrantes han sido enviados al sur de la frontera a esperar sus fechas de en tribunales de inmigración estadounidenses desde que el programa entró en vigor a inicios de año.
Muchos de ellos aguardan en ciudades fronterizas mexicanas con un acceso incierto a agua y alimentos, y bajo la amenaza de ser secuestrados o extorsionados. A pesar de que el Departamento de Seguridad Nacional se ha comprometido a no enviar a personas de “poblaciones vulnerables” a esperar en México, una salvadoreña con 8 meses y medio de embarazo reportó que agentes de la Patrulla Fronteriza la llevaron a un hospital para ser atendida por sus contracciones, y luego fue llevada a la fuerza de regreso a México.
A un reportero de BuzzFeed News se le negó el acceso el miércoles a las audiencias iniciales en Laredo, al igual que a Ashley Huebner, abogada del National Immigrant Justice Center.
“Los abogados no quieren entrar para buscar clientes que les paguen en estas cortes”, dijo Huebner. “Quieren garantizar que se protejan los derechos a un debido proceso para las personas, y no hay oportunidad de hacerlo”.
Kennji Kizuka, activista de Human Rights First, dijo que las restricciones son una “pesadilla al debido proceso”.
“Es tan solo otro intento por encubrir los defectos de este engañoso proceso de asilo, un proceso creado para impedir que los refugiados encuentren seguridad en Estados Unidos”, señaló Kizuka en un comunicado.