Gobernantes sudamericanos discuten protección de la Amazonía
LETICIA, Colombia (AP) — Los gobernantes de varios países sudamericanos que comparten la Amazonía se reunieron el viernes en Colombia para analizar cómo aumentar la protección de la selva más grande del mundo.
Sin embargo, la cumbre de un día en Leticia _ un pueblo en la cuenca del Amazonas en donde se juntan las fronteras de Colombia, Perú y Brasil _ terminó con pocas acciones concretas y expuso las profundas divisiones ideológicas y políticas en cuanto al desarrollo sustentable de uno de los lugares que más dióxido de carbono absorben en el mundo.
Mientras el presidente de Ecuador Lenín Moreno, quien nació en la Amazonía, ofreció un homenaje lleno de cantos sobre la diversidad de la flora y fauna en la que fue criado, su homólogo brasileño, Jair Bolsonaro, atacó a los líderes del primer mundo por supuestamente conspirar contra la soberanía de las naciones en la región.
“Estamos matando la tierra”, dijo Moreno, quien estaba al borde de las lágrimas mientras contaba como volaba sobre el río Amazonas, que comparó con una gran anaconda muerta, “y somos responsables de aquello”.
El anfitrión Iván Duque y su homólogo peruano, Martín Vizcarra, convocaron la cumbre después de la indignación mundial causada por el aumento en los incendios en la Amazonía este año, que esta semana provocó una serie de protestas en las misiones diplomáticas de Brasil en diversas partes del mundo por la presunta indiferencia de Bolsonaro al tema medioambiental. Desde que inició el año, se han registrado más de 95.500 incendios forestales en Brasil, 59% por arriba de los que se contaron en el mismo periodo de 2018, según datos oficiales. La vecina Bolivia también ha sido asolada por incendios.
Los esfuerzos para proteger la Amazonía conjuntamente comenzaron en 1978 con la firma de un tratado por ocho países amazónicos. Todos ellos estaban representados en la cumbre, con la excepción de Venezuela, cuya exclusión fue criticada por el presidente boliviano Evo Morales, un aliado cercano del asediado presidente venezolano Nicolás Maduro.
Sin embargo, la cooperación se ha estancado incluso cuando aumentan en la región las amenazas del cambio climático, la urbanización desenfrenada, la minería ilegal y el narcotráfico. El plan de acción de 16 países firmado el viernes como parte del Pacto de Leticia para la Amazonía sólo compromete a que los países compartan datos climáticos y adopten otras medidas para que sea más complicado que mineros, leñadores y ganaderos talen y quemen ilegalmente la selva.
“Tenemos que sumar acciones concretas porque sólo la buena voluntad no es suficiente”, dijo Vizcarra.
Los analistas se mostraron escépticos de que la cooperación multilateral pueda revertir la deforestación.
“La mayoría de estos países ni siquiera tienen suficiente capacidad para combatir actividades ilegales dentro de sus fronteras”, dijo Adriana Ramos, investigadora del Instituto Socioambiental, con sede en Brasil.
En lugar de enfocarse en estos desafíos comunes, Bolsonaro decidió atacar a una serie de críticos: socialistas, grupos indígenas e incluso el presidente de Francia Emmanuel Macron, a quienes acusó de querer apropiarse de las riquezas de la Amazonía o bloquear del mundo moderno a una región que es hogar de más de 34 millones de personas.
“Esta indignación internacional tiene como único objetivo atacar la soberanía de Brasil”, dijo Bolsonaro, quien participó por videoconferencia por restricciones médicas que le impiden volar. “Lamento que Brasil haya estado dormido durante décadas y sólo hasta ahora se despierte ante esta amenaza”.
Del otro lado del espectro político, Morales culpó la expansión del capitalismo a la destrucción de la Amazonía.
“El lujo, el lucro, el consumismo de pocos hace mucho daño a muchos que habitan el planeta Tierra”, dijo. “La Madre Tierra puede existir sin el hombre, el hombre no puede existir sin la Madre Tierra”.
La reunión, en una enramada tradicional con techo de paja, comenzó con una delegación de bailarines indígenas con vestimenta tradicional que recibió a los líderes. En honor a la vibrante cultura ancestral de la región, varios gobernantes usaron collares hechos de cuentas tomadas de la Amazonía.