Schwartzman se mete en cuartos del US Open por segunda vez
NUEVA YORK (AP) — Diego Schwartzman sacó la lengua y agitó los brazos en señal de victoria hacia las tribunas del estadio Arthur Ashe, más ruidoso de lo habitual al jugarse bajo techo en una tarde lluviosa.
Los gritos de “¡Diegoooo, Diegoooo!” fueron incesantes ante otra demostración de tenacidad del diminuto tenista argentino.
Schwartzman capitalizó una avalancha de errores de Alexander Zverev y avanzó por segunda vez en tres años a los cuartos de final del Abierto de Estados Unidos, al vencer el lunes 3-6, 6-2, 6-4, 6-3 al sexto cabeza de serie, que por enésima ocasión decepcionó en un torneo de Grand Slam.
Schwartzman, quien previamente alcanzó los cuartos de final del Abierto de Francia el año pasado y de Flushing Meadows en 2017, se las verá ahora contra Rafael Nadal. El español, tres veces campeón del torneo y segundo cabeza de serie, derrotó 6-3, 3-6, 6-1, 6-2 al croata Marin Cilic.
Siempre combativo, Schwartzman no se apartó de su estilo de absorber cada golpe desde la línea de fondo, ni siquiera después del set inicial, primero que pierde en lo que va del certamen. El “Peke”, 20mo preclasificado, dominó en la mayoría de los peloteos largos, con puntos que alcanzaron los 35 golpes.
"Alex pasó muchos problemas con el saque y yo soy fuerte devolviendo”, destacó Schwartzman en la entrevista a pie de cancha.
Consciente de sus limitaciones al enfrentar a jugadores más altos y con mayor fortaleza física, el argentino de 27 años pone énfasis en en la devolución. Sabe que debe estar en condiciones de romper el saque de su rival en múltiples ocasiones — convirtió 8 de las 18 que dispuso ante Zverev.
Para ello, invierte tiempo — “no toda la noche” — estudiando los partidos de sus oponentes para anticipar a dónde sacarán en momentos clave.
“Repasé muchos videos de Alex sacando. Sé que es una de mis armas. Tengo que usarla”, comentó Schwartzman. “A cada rato trato de mejorar... nunca se sabe cuándo la devolución será importante”.
Las estadísticas del torneo le avalan, primero en puntos ganados en devoluciones contra el segundo servicio (68%) y empatado con Roger Federer como primeros en juegos ganados tocándole la devolución (49%). Figura quinto en cada categoría de devolución en el circuito.
Zverev, en cambio, se complicó la existencia al cometer 17 faltas dobles.
Los problemas del espigado alemán con el saque le vienen atormentando desde hace varios meses y se recrudecieron ante Schwartzman. Aparte de las dobles faltas, Zverev sólo pudo ganar el 32% de los puntos con el segundo saque y totalizó 65 errores no forzados. También le penalizaron con un punto por proferir una obscenidad en el último set, dejando a Schwartzman con ventaja de 5-2.
Zverev alabó la "agresividad" de Schwartzman.
"Cómo se anticipa a la pelota. Mantiene un nivel excelente con regularidad", dijo.
El argentino reconoció que no fue sino hasta el segundo set cuando pudo entrar en el partido, resaltando el quinto juego como vital, al levantar cuatro bolas de quiebre. Igualado en 2-2, el argentino sobrevivió a la situación comprometida y acabó arrasando el resto del parcial.
“Cuando entré a la cancha me esperaba un partido de muchos peloteos, de él sacando fuerte”, dijo Schwartzman. “Me costó un poco asimilar lo que tenía que hacer en el partido. Necesitaba zafar un juego para entrar en el partido”
Comentó también que se sorprendió con la pasividad del juego de Zverev. “No me esperaba tener que tomar la decisión”.
Para Zverev, fue otro resultado decepcionante en las grandes citas. El alemán de 22 años es el campeón vigente de la Copa Masters, pero los cuartos de final de las últimas dos ediciones del Abierto de Francia constituyen sus mejores actuaciones en los Slams.
Se trata de una magra cosecha para alguien señalado como uno de los referentes de la denominada “Próxima Generación”, el grupo que se encargaría de dar el relevo al imponente trío conformado por Roger Federer, Rafael Nadal y Novak Djokovic.
“Mi temporada de Grand Slam no ha sido la mejor, pero tampoco un desastre”, consideró Zverev, quien fue eliminado en la primera ronda de Wimbledon. “Hasta ahora, mi temporada no ha sido buena. En realidad, los Grand Slams no han estado peor que los últimos dos años. Espero ir con todo por ellos el año próximo”.