Tight ends evolucionan como amenazas en el juego aéreo
ALLEN PARK, Michigan, EE.UU. (AP) — A comienzos de agosto, en el día anterior a la exaltación de Tony González en el Salón de la Fama del Fútbol Americano Profesional, se le preguntó sobre si era una especie de pionero para los tight ends. Un jugador que cambió su posición y el deporte en sí mismo.
González se encogió de hombros.
“Supongo que todos lo están haciendo ahora”, admitió sobre los tight ends que son utilizados en una manera que González no inventó exactamente, pero ciertamente perfeccionó.
La NFL de hoy, donde se busca lanzar innumerables pases y extenderse verticalmente en el terreno de juego, se está alejando de la marcada dependencia de formaciones con un tight end que comenzaba las jugadas apoyando una mano en el césped. En cambio, muchos equipos presentan ofensivas con un tight end próximo al tackle sobre la línea de golpeo.
Mientras, envían a otro tight end al hueco entre los jugadores de línea y los receptores, o lo abren incluso más en algunas formaciones.
El astro Jason Witten, quien regresó a los Cowboys después de trabajar un año en las transmisiones del “Monday Night Football”, dijo que González, cuya carrera de 17 años concluyó en 2003, cambió las cosas en la posición con su manera de correr las rutas y sus habilidades para atrapar los pases.
“González de alguna manera allanó el camino para mi generación, que dijo ‘muy bien, este es un duelo disparejo’”, dijo Witten, quien tendrá fuerte consideración para unirse a González en Canton algún día.
Dos de los mejores tight ends activos vienen de temporadas en las que rompieron marcas, y otro tuvo el mejor año de su carrera.
Zach Ertz, estrella de los Eagles, tuvo 116 recepciones, un récord para una sola temporada de un tight end. George Kittle, tight end de San Francisco, tuvo 1.377 yardas por recepción, estableciendo otro registro para una campaña en la posición.
Travis Kelce, tight end dos veces elegido All-Pro, estuvo espectacular también, al establecer los máximos de su carrera en recepciones (103), yardas por recepción (1.336) y touchdowns (10) la temporada pasada.
Kittle, de 25 años, sigue la pista de sus homólogos en su iPad, estudiando cada movimiento hecho por la mayoría de los tight ends titulares en la liga. Sigue particularmente de cerca cómo Kelce, de 29 años, y Ertz, de 28, son quizá los mejores en la posición.
“Simplemente intento sacar cosas de ellos”, comentó Kittle. “Ertz y Kelce son dos de los mejores en la liga, así que si puedo aprender algo de ellos, también puedo llegar a ese nivel”.
Los mejores tight ends en estos días son demasiado rápidos para ser cubiertos por los linebackers, y demasiado grandes para ser defendidos por los defensive backs. A menudo los equipos envían a tight ends en rutas verticales, obligando a los safeties a correr con ellos y dejar a los cornerbacks aislados con los receivers para crear problemas en lo profundo para las defensas.
El tight end de los Titans, Delanie Walker, entrando a su 14ta temporada, se ha dado cuenta que los jugadores en su posición se han convertido más como los wide receivers.
“Los chicos no están bloqueando”, opinó Walker. “No ves más al tradicional tight end al final de la línea de golpeo. Si es una estrella, usualmente está en el slot atrapando pases. Esa es una diferencia de hace 10 años”.