Suben a 26 los muertos por ataque a bar en el sur de México
COATZACOALCOS, México (AP) — Al menos 26 personas murieron y otra decena resultaron heridas cuando un grupo criminal incendió un bar en la ciudad costera de Coatzacoalcos, en el estado de Veracruz, en uno de los peores ataques indiscriminados cometidos en México en los últimos años.
“Llegaron los delincuentes, cerraron las puertas de salida, de emergencia, e incendiaron el lugar”, explicó el presidente Andrés Manuel López Obrador el miércoles en su conferencia de prensa matutina.
Las primeras fotografías del lugar mostraban el resultado del ataque: mesas y sillas tiradas junto a cuerpos de mujeres medio desnudas.
El suceso tuvo lugar casi a la medianoche del martes en el Bar Caballo Blanco, un local situado cerca de una transitada calle comercial en Coatzacoalcos donde se ofrecía “calidad, seguridad y servicio”, habitaciones privadas a 7,5 dólares “toda la noche”, “chicas sexy” y concurso de baile erótico.
Mientras los cadáveres eran trasladados a la morgue, familiares de las víctimas se amontonaban nerviosos el miércoles por la tarde a la puerta de la fiscalía estatal. Unos llevaban fotos de sus seres queridos que pudieran servir para las identificaciones. Otros lloraban sentados en sillas de plástico tras la confirmación de la muerte de los suyos.
“Él no merecía eso”, decía entre sollozos Vanesa Galindo, de 32 años. Su marido, Erick Hernández Enriquez, de 29, era el disc jockey del bar. Murió dejando tras de sí tres hijos.
“¿Por qué me hicieron eso? No quiero estar aquí, quiero estar contigo”, gritaba la joven viuda.
Un total de 23 personas murieron en el local. Tres más debido a las heridas y el miércoles otras 11 seguían hospitalizadas, algunas “muy graves”, según el gobernador Cuitláhuac García, con lo que no se descartaba que la cifra de fallecidos pueda elevarse.
“Se trató de un ataque planeado, artero, en contra de ese bar y de las personas que estaban en su interior”, indicó García.
El hecho de que se tratara de un incendio planificado por grupos criminales hizo recordar el ataque de 2011 a un casino de Monterrey, en el norte del país, en el que murieron 52 personas a manos del cartel de Los Zetas en represalia por no pagar la extorsión exigida por los criminales.
En esta ocasión las autoridades no han informado de las posibles causas del ataque ni qué grupo podría ser el responsable pero Raúl Ojeda, un empresario y activista de Coatzacoalcos, dijo que todo indicaba que este incendio también podría estar ligado a la falta de pago de una extorsión.
El gobernador explicó que ya se habían dado incendios similares en negocios de esta ciudad que vive del petróleo y las refinerías.
“El modus operandi no es de ahorita, hace unos meses un grupo de personas actuó de la misma manera contra comercios”, dijo el gobernador García. Y el problema es que aunque se detuvo a los presuntos responsables, la fiscalía estatal “no actuó” contra ellos, denunció.
Por este motivo, López Obrador pidió que se investigara a ese departamento y que la fiscalía federal se encargue de las pesquisas.
Es “lamentable que la delincuencia organizada actúe de esta manera”, dijo el presidente. “También es condenable que exista contubernio con autoridades (...) Lo mínimo que tenemos que hacer es separar tajantemente a la autoridad de la delincuencia”.
El gobernador García identificó al jefe de los atacantes con el alias de “La loca” y dijo que había sido detenido por la marina en julio y liberado después de ser presentado ante la fiscalía.
Pero este departamento lo negó. En un comunicado, explicó que “La Loca” fue detenido dos veces pero que en ambos casos fue puesto a disposición de la fiscalía federal, no la estatal.
El ejecutivo estatal denunció hace unos meses al fiscal de Veracruz, Jorge Winckler, por omisiones y obstrucción a la justicia, cargos que el funcionario siempre ha negado.
El gobernador insistió en que "en Veracruz no se toleran ya a los grupos delictivos", escribió en Twitter, añadiendo que la policía, las fuerzas armadas y la recién formada Guardia Nacional buscaban a los agresores.
Pero la violencia continúa, igual que las extorsiones a negocios.
Según Ojeda, el cártel de Los Zetas, el de Jalisco Nueva Generación y otros grupos locales están actualmente en liza para intentar controlar Coatzacoalcos y han amedrentado a todos los negocios. “Los que no pagan, cierran o se atienen a las consecuencias”.
En Veracruz la violencia del crimen organizado es muy alta desde hace años y fue uno de los primeros estados donde el presidente López Obrador desplegó su nuevo cuerpo de seguridad, la Guardia Nacional, después de que en abril fueran asesinadas 13 personas, entre ellas un menor, cuando un comando irrumpió en una fiesta familiar en el municipio de Minatitlán, a 20 kilómetros de Coatzacoalcos.
Más recientemente, a principios de agosto, fueron encontrados nueve cadáveres desmembrados en bolsas en una zona del interior del estado.
Según los últimos datos del gobierno, en este momento hay casi 2.500 efectivos de la Guardia Nacional patrullando en Veracruz que, unidos a los miembros del ejército y la marina, suman más de 13.500 fuerzas federales en el área.
El ataque al bar de Coatzacoalcos, junto al asesinato de 19 personas en la ciudad occidental de Uruapan a principios de mes, está reviviendo los peores momentos de la violencia de alto impacto registrada durante la guerra contra el narcotráfico entre 2006 y 2012.
Y mientras, los muertos siguen. Según explicó un funcionario estatal que tuvo acceso a los primeros reportes pero no está autorizado a hablar de las investigaciones en curso, en el vecino estado de Tamaulipas, 12 presuntos criminales murieron el martes en dos enfrentamientos con las fuerzas de seguridad en la ciudad de Nuevo Laredo, fronteriza con Texas.
--
La periodista de AP María Verza contribuyó con esta nota desde Ciudad de México.