Despojarán de premio a chileno acusado de abusos sexuales
SANTIAGO DE CHILE (AP) — De manera inédita, el Ministerio de Educación de Chile despojará al exdiácono y exrector Hugo Montes Brunet del Premio Nacional de Ciencias de la Educación 1995 por graves denuncias de abusos sexuales presuntamente cometidos por el veterano profesor.
La decisión se anunció el lunes, pero con frecuencia Chile se ve remecido por acusaciones de abusos sexuales de religiosos o sacerdotes católicos contra menores de edad. Tan solo a fines de julio, un destacado líder de los jesuitas --Renato Poblete-- fue acusado de 22 abusos contra mujeres. Más recientemente, el fin de semana pasado, los antecedentes de un par de curas salesianos fueron remitidos a la Santa Sede para que se investiguen sus supuestos delitos.
Al tomar esta decisión --confirmada por la ministra Marcela Cubillos a través de Twitter-- el Ministerio de Educación ingresó a la Contraloría General un decreto que revoca el premio de Montes. Por éste, el académico de 93 años recibe cerca de un millón de pesos mensuales (unos 1.400 dólares).
Entre las razones para quitarle la distinción se cita un informe de la División Jurídica de la Subsecretaría de Educación que da cuenta de “antecedentes de gravedad, verosimilitud, y pública notoriedad, en particular, de un procedimiento eclesiástico, en que se tuvo por acreditado el patrón de conducta imprudente de quien ha tenido responsabilidad directa y cercana en la formación de estudiantes”.
Hasta el momento Montes Brunet no ha dado ninguna declaración. La AP trató de contactarlo a través de los colegios que dirige su hijo sin haber tenido respuesta hasta el momento.
Las denuncias contra Montes Brunet se conocían públicamente al menos desde 2010, cuando el sitio de investigación periodística Ciper Chile las publicó en un reportaje. Los acusadores son exlaumnos del colegio particular San Esteban Diácono, dirigido por Montes hasta 2010.
Un informe de dos enviados papales a Chile en 2018 reveló que centenares de menores fueron abusos sexualmente por sacerdotes que en muchos casos fueron encubiertos por sus superiores, razón por la cual los obispos chilenos fueron acusados por el papa Francisco de practicar una cultura de abuso y encubrimiento por décadas. Desde entonces, las denuncias de abusos en entornos religiosos son periódicas.