G7: Trump enfrenta consecuencias de seguir su propio camino
BIARRITZ, Francia (AP) — El presidente Donald Trump arribó el sábado a la cumbre internacional de las potencias económicas, donde podría enfrentar las consecuencias de su preferencia por seguir su propio camino, tanto en un Estados Unidos fuertemente polarizado como en un mundo interconectado.
La reunión del Grupo de los Siete _Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia y Japón_ en el balneario de Biarritz se realiza en uno de los momentos más inciertos de la presidencia de Trump, cuando sus declaraciones públicas y decisiones se vuelven cada vez más erráticas e hirientes.
Además de su aislamiento creciente en Washington, el presidente enfrenta una recepción fría en el escenario mundial, con toda una lista de retos. Crece el temor de una desaceleración económica global y se multiplican las tensiones en torno al comercio, Irán y Rusia.
La cooperación y una respuesta colectiva son esenciales para enfrentar la desaceleración. Pero Trump se ha mofado de Alemania por sus problemas económicos justamente cuando podría requerir la ayuda de la canciller Angela Merkel y otros para restar fuerza a los nuevos aranceles chinos sobre mercancías estadounidenses. Esas represalias comerciales, combinadas con la desaceleración económica, hacen sonar las alarmas en la campaña de reelección de Trump.
En un agregado tardío a las actividades, Trump y el presidente francés Emmanuel Macron se sentaron frente a frente para almorzar fuera del lujoso Hotel du Palais antes del inicio oficial de la cumbre. Horas antes, Trump había reiterado su amenaza de aplicar aranceles a los vinos franceses en represalia por el impuesto francés sobre los servicios digitales. Macron, por su parte, había pedido poner fin a las guerras comerciales.
Macron dijo que hablarían sobre “muchas de las crisis” alrededor el mundo, entre ellas Libia, Irán y Rusia, así como la política comercial y el cambio climático.
Trump insistió en que a pesar de las tensiones, los dos tienen “mucho en común” y una “relación especial”. Aseguró que “lograremos mucho este fin de semana”.
Antes de partir de Washington, el presidente tuiteó que “por la presente se ordena” a las empresas estadounidenses con negocios en China que regresen a casa. No explicó de inmediato qué esperaba ni con qué autoridad las obligaría a acatar.
Impuso aranceles más altos a las importaciones china y aseguró que “los aranceles nos benefician mucho. La gente todavía no lo comprende”.