Bolivia no logra un mejor contrato de venta de gas a Brasil
LA PAZ (AP) — A cuatro meses de que concluya el mayor contrato de venta de gas a Brasil, el gobierno de Evo Morales ha logrado pocos avances para cerrar negociaciones con nuevos compradores de ese país en medio de un panorama complicado para la nación andina desde la llegada al poder de Jair Bolsonaro, según autoridades y expertos.
En recientes declaraciones a la prensa el ministro de Hidrocarburos, Luis Sánchez, dijo que se han logrado acuerdos que representan un 35% de lo que Bolivia le vendía a Brasil por el contrato de 1999 que vence en diciembre.
Entre ellos uno con la empresa rusa Acrom por 2,2 millones de metros cúbicos diarios. “También he firmado contratos por cuatro millones de metros cúbicos por día a Cuiabá (Brasil) y otro por cinco y estamos buscando concretar otros contratos”, agregó sin mencionar a los compradores.
El gas natural es la principal riqueza de Bolivia. En 2018 representó un 33,4% de los 8.969 millones de dólares del total de las exportaciones, según el Instituto Boliviano de Comercio Exterior.
Brasil y Argentina son sus principales compradores, pero desde que Bolsonaro modificó su política energética las negociaciones ya no son entre gobiernos sino con compradores privados.
Las exportaciones a Brasil alcanzaron en 2017 el pico máximo de 31 millones de metros cúbicos diarios y desde entonces se han ido reduciendo. Este semestre Brasil sólo demandó 12 millones de metros cúbicos por día.
Con Argentina, Bolivia tiene un contrato que le permite vender entre 16 y 18 millones de metros cúbicos por día tras una adenda firmada en febrero con el gobierno de Mauricio Macri.
Según el ministro de Hidrocarburos con Brasil se llegó a una conciliación por lo que se continuará exportando hasta 2024. Pero el experto en hidrocarburos Raúl Velásquez, de la Fundación Jubileo, explicó a The Associated Press que se trata de remanentes del contrato próximo a vencer.
“Es preocupante la falta de mercados y aún más si realmente se podrá lograr con las empresas privadas que nos fijen un tiempo largo y volúmenes fijos”, mencionó.
A esto se suma el declive en la exploración y explotación de los campos bolivianos más importantes, mientras en Brasil y Argentina se descubrieron nuevos reservorios.
“Este escenario lo pone más difícil para Bolivia porque ya no tiene el monopolio y ahora debe volverse más competitivo en cuestión de costo”, dijo a la AP la experta Lisa Viscidi, directora del Programa de Energía, Cambio Climático e Industrias Extractivas de la organización Diálogo Interamericano, con sede en Washington.
Ahora hay gobiernos, como el de Bolsonaro en Brasil, que tienen “una idea diferente sobre cómo potenciar su matriz energética”, añadió.
Según Velásquez, tras los hechos de corrupción que salpicaron a Petrobras el gobierno de Bolsonaro ha resuelto quitarle poder a la petrolera estatal.
En tanto, Argentina firmó en febrero un contrato con Bolivia que resultó más favorable para el país más al sur del continente.
Además ahora Bolivia vende Gas Natural Licuado (GNL) cuyo precio es menor al del hidrocarburo convencional, expresó Viscidi.
Velásquez sostuvo que en un año electoral, en el que Morales buscará su tercera reelección consecutiva, existe poca información sobre el estado real del sector energético boliviano.
Morales nacionalizó los hidrocarburos en 2006 poco después de asumir el poder.