Travesía de Greta Thunberg a EEUU no es un viaje de placer
PLYMOUTH, Inglaterra (AP) — Greta Thunberg, la joven activista contra el cambio climático que ha inspirado manifestaciones estudiantiles en todo el mundo, se apresta a realizar una travesía de dos semanas a Estados Unidos, pero no será un viaje de placer.
Thunberg saldrá esta semana de Plymouth, Inglaterra, con rumbo a Nueva York a bordo de un velero de alta tecnología, pero con pocas comodidades.
En un intento por resaltar la urgencia de reducir las emisiones de monóxido de carbono, la sueca de 16 años anunció el mes pasado que no viajaría en avión para asistir a conferencias sobre el medio ambiente. En cambio, dijo que había encontrado la manera de presentarse sin dañar al planeta: por barco.
Pierre Casiraghi, nieto del príncipe Rainier III de Mónaco y la actriz estadounidense Grace Kelly, y su compañero regatista Boris Herrmann le ofrecieron lugar en un velero de carrera para que viaje con ellos a una cumbre sobre cambio climático de la ONU en Nueva York el próximo mes y otra en Santiago de Chile, en diciembre.
"No es lujoso ni muy elegante pero no necesito eso. Sólo necesito una cama y las cosas básicas", dijo Thunberg a The Associated Press. "Así que creo que será divertido y también creo que será entretenido estar aislada y no estar tan limitada".
A bordo del Malizia II, de 18 metros (60 pies) de eslora, equipado con paneles solares y turbinas submarinas para generar electricidad, Thunberg cruzará el Atlántico sin emitir monóxido de carbono.
Sin embargo, decir que será un viaje modesto sería mentir. El velero está construido para competencias de alta velocidad mar adentro, por lo que es extremadamente liviano. Las únicas alteraciones para el viaje son cortinas a la medida enfrente de la litera y colchones adicionales. La embarcación no tiene retrete ni ducha fija. Tiene una pequeña estufa a gas y comerán comida liofilizada.
Por dentro, el yate parece el interior de una lata. Es gris y oscuro, sin ventanas debajo de la cubierta.
Herrmann, quien será el capitán, se turnará el mando con Casiraghi. Describió la vida en un bote como ir de campamento y navegar a la vez, con colchones delgados y bolsas de dormir como únicas comodidades.
"Es una vida muy sencilla y luego el resto del día depende del viento", dijo Herrmann a la AP. "Puede ser tranquilo y calmado y llevadero y puedes leer un libro, o puede ser realmente brusco y te agarras y tratas de no marearte y puede ser muy difícil".
El equipo Malizia, de Casiraghi y Herrmann, fue creado para navegar en las principales carreras marítimas - el Vendee Globe 2020 y The Ocean Race 2021. Ellos también crearon el reto Malizia Ocean, un proyecto de educación y ciencia que busca enseñarles a los niños sobre el cambio climático y los océanos. Su embarcación cuenta con un sensor a bordo que mide los niveles de dióxido de carbono del agua marina, e ilustrar cómo el carbono atmosférico está alterando los océanos.
Thunberg se convirtió en una celebridad mundial el año pasado cuando se rehusó ir a la escuela en las semanas previas a la elección general en Suecia para resaltar el efecto del cambio climático y presionar a los políticos a hacer algo al respecto. Ella continuó con su huelga escolar todos los viernes posteriores a los comicios, lo que llevó a miles de jóvenes de todo el mundo a seguir su ejemplo. Desde entonces, se ha reunido con el papa Francisco, ha dado una conferencia en Davos y participado en manifestaciones en contra del carbón en Alemania.
Actualmente, Thunberg toma un año sabático de la escuela para participar en eventos en Norte y Sudamérica y reunirse con algunas de las personas afectadas por el cambio climático. Decidió no viajar en avión a Nueva York debido a las emisiones causadas por las aeronaves y planea trasladarse a través de los transportes menos contaminantes a su disposición.