Hong Kong: protesta avanza pese a objeciones policiales
HONG KONG (AP) — La policía disparó el sábado gas lacrimógeno contra los manifestantes en Hong Kong después de que realizaron marchas antigubernamentales en dos zonas del territorio chino, desafiando una prohibición oficial.
La represión con el gas irritante fue contra una multitud de unas 1.000 personas en un breve enfrentamiento nocturno en una estación de trenes de Tai Wai, en la región norteña de los Nuevos Territorios. En otro incidente, se disparó gas lacrimógeno contra los manifestantes que rodeaban una comisaría de policía en el distrito de Tsim Sha Tsui, en el lado norte del puerto de Hong Kong, frente a la isla de Hong Kong.
Hong Kong vive su novena semana de movilizaciones masivas, que comenzaron en protesta contra un proyecto de ley de extradición que habría permitido trasladar a residentes de Hong Kong a la China continental para ser juzgados allí. Los críticos alegan que la norma habría erosionado la independencia judicial del territorio semiautónomo y habría expuesto a sus ciudadanos a casos politizados.
Aunque el ejecutivo suspendió la ley, los manifestantes ampliaron sus demandas se han ampliado para incluir otros reclamos y demandas de más libertades democráticas. Los manifestantes quieren la renuncia de la líder del territorio, Carrie Lam, y que se investiguen las denuncias de abusos por parte de la policía, así como llamados a una reforma electoral.
Hong Kong, una antigua colonia británica, fue devuelta a China en 1997 bajo el plan "un país, dos sistemas”, que daba a la ciudad ciertas libertades democráticas. En los últimos años, algunos residentes consideran que el gobierno central del Partido Comunista en Beijing invade cada vez más sus libertades.
Los manifestantes se quejan de que el Partido Comunista chino y los líderes de Hong Kong están erosionando las libertades prometidas a la antigua colonia británica cuando fue devuelta a China.
La policía publicó cartas de rechazo a las solicitudes para celebrar dos manifestaciones el sábado, que se espera que se lleven a cabo de todas formas.
Beijing describió a algunos de los manifestantes como radicales violentos instigados por fuerzas extranjeras que buscan contener el desarrollo de China. Por su parte, los disconformes alegan que la policía ha hecho un uso excesivo de la fuerza e ignoraron los llamados de las víctimas que fueron atacadas en una estación de tren.