El Salvador suma oro inédito en tiro con arco panamericano
LIMA (AP) — Suele llevar amuletos que le regala su familia cuando va a competencias. Y esos resguardos no podían faltar cuando el salvadoreño Roberto Hernández viajó a Lima para los Juegos Panamericanos.
El orgullo invadía también a Hernández antes de poner a prueba su puntería, pues se le había escogido como el abanderado de la pequeña delegación de atletas de su país para las justas en Lima.
Los obsequios parecieron darle la suerte que necesitaba el centroamericano, quien le dio el sábado a su país la segunda medalla de oro en la historia de los Juegos Panamericanos, al doblegar al estadounidense Braden Gellenthien en su duelo individual con el arco compuesto durante el penúltimo día de las competencias. El salvadoreño se impuso al norteamericano por 147-146.
“Se siente increíble”, aseguró Hernández, de 30 años. “En El Salvador nunca un hombre había ganado una medalla de oro panamericana, soy el primero. Espero que mis compañeros que están luchando todavía logren medalla”.
Su deseo se cumplió. Por la tarde, en la primera competición oficial de fisicoculturismo en la historia de los Juegos Panamericanos, El Salvador arrasó con las dos preseas doradas.
“Creo que todavía no he dimensionado el ciento por ciento qué es, pero muy emocionado, y El Salvador se lo merecía”, agregó Hernández en referencia a su presea.
El único oro conseguido por el país centroamericano en estas justas era el de la marchista Cristina López, en Río de Janeiro 2007. El Salvador sólo había sumado un bronce en Lima.
Hernández llegó a la justa continental con medallas a nivel de Centroamericanos y del Caribe.
Fue por eso que poco antes del viaje a Lima le sorprendió la noticia de que iba a ser el abanderado.
“Les avisaron a mis padres que yo era el abanderado y se pudieron a llorar”, relató antes de la final. “Somos un país muy pequeño. Nuestra delegación es de las más pequeñas. Por ello portar la bandera es un honor inmenso”.
Hernández grito a todo pulmón su triunfo del sábado. Bromeó constantemente en el podio con el colombiano Daniel Muñoz, quien había obtenido el bronce.
Comenzó a sonar el himno nacional, y Hernández adoptó un aire más serio. Se colocó una mano en el pecho. Pero no podía borrarse la sonrisa del rostro.
“Estuve muy tranquilo hasta llegar a la competencia. Descansé e hice mi rutina de preparación antes de salir de la villa”, contó. “Sentí que lo trabajé muy bien”.
Los otros tres oros de América Central en Lima son dos de Guatemala y uno de Costa Rica. Es decir que las medallas de oro de El Salvador igualan en estos Juegos a las del resto de Centroamérica.
Los padres de Hernández estuvieron en la competencia, según dijo el atleta.
Sus amuletos también andaban con él.
“Siempre cargo cosas pequeñas con las que me siento cómodo y me brindan fuerza para realizar mi trabajo”, agregó. Esta vez, le dieron la puntería que necesitaba para el oro.