Con nueva gobernadora puertorriqueños se preguntan qué sigue
SAN JUAN (AP) — Las calles de Puerto Rico han estado tan quietas desde que Wanda Vázquez asumió el cargo de gobernadora tras semanas de agitación, que otra vez se puede escuchar durante la noche el croar de la famosa rana coquí de la isla.
Las protestas que llevaron a la renuncia del gobernador Ricardo Rosselló el 2 de agosto, y que continuaron a menor escala hasta la remoción de su sucesor por parte del Tribunal Supremo, se han disipado. Tampoco se escuchan más los cencerros ni los silbatos, y desaparecieron los grafitis de protesta en las calles del distrito colonial de la capital de Puerto Rico, principal escenario de las manifestaciones.
Las multitudes que salieron a las calles para protestar contra la mala gestión y la corrupción del gobierno estaban unidas en su inconformidad contra Rosselló, pero él ya se fue y no hay un criterio común sobre cómo proceder. Algunos puertorriqueños piden que continúen las movilizaciones. Otros consideran que la gente debería dar un paso atrás y analizar qué es lo que desean de las autoridades. Sin embargo, otros quieren la estabilidad y aseguran que debería darse a Vázquez una oportunidad. A algunos les preocupa quién podría sustituirla.
“Una gran parte del pueblo se levantó, y ahora que se hizo lo que se hizo, pregunta: ‘¿ahora qué?’”, manifestó Mario Negrón Portillo, director jubilado de la escuela de administración pública en la Universidad de Puerto Rico. “Ahora veremos durante las próximas semanas si de verdad ese sentido de conciencia que se generó... se sostiene, y cómo se sostiene”.
Muy pocas personas asistieron a la protesta prevista para el viernes en la tarde frente a la residencia oficial del gobernador, aunque Vázquez ha dicho que no vivirá ahí, que prefiere permanecer en su casa. Esta declaración de corte conciliatorio y su insistencia previa de que no le interesaba ser gobernadora, han hecho que muchos puertorriqueños entren en un compás de espera, según activistas.
La alternativa preocupa más a algunos de los inconformes. Los dirigentes del Partido Nuevo Progresista han propuesto reemplazar a Vázquez con Jennifer González, comisionada residente de Puerto Rico en la Cámara de Representantes de Estados Unidos y titular del Partido Republicano en la isla.
Aunque Vázquez también es integrante del PNP, es una figura menos prominente que ingresó en el gabinete puertorriqueño hace apenas dos años como secretaria de Justicia. La gubernatura le tocó casi por accidente debido a que los demás que estaban en la línea de sucesión de Rosselló renunciaron o fueron excluidos por la corte.
González dijo el jueves que estaba disponible para ocupar la gubernatura si Vázquez decidía dimitir, aunque la última aclaró que no lo haría.
“Ahora hay una especie de hiato en la lucha porque todavía hay una especulación si Wanda Vázquez es una gobernadora de paso, o si en efecto tiene la intención de terminar el término” el año entrante, dijo Ricardo Santos Ortiz, portavoz del Movimiento Socialista de Trabajadoras y Trabajadores, que participó en la organización de algunas de las protestas. “En que esa medida se defina más claramente, la gente va a reaccionar en la calle”.
“Era poco realista pensar que estuviéramos un mes con la misma intensidad, dos meses, tres meses”, afirmó Ortiz. “Hay una tensa calma, pero no es que la gente se ha desconectado”.
Algunos activistas han estado exigiendo una elección especial para elegir a un nuevo gobernador, y el Partido Independentista Puertorriqueño introdujo una enmienda constitucional que la permitiría.
Las publicaciones en redes sociales no dan pistas sobre un rumbo claro: Algunos han compartido detalles de la protesta del viernes para exigir que Vázquez renuncie. Otros compartieron una publicación que pide a Vázquez que audite la deuda de más de 70.000 millones de dólares para detectar posibles actos de corrupción.
Shariana Ferrer Núñez, miembro del grupo Colectiva Feminista en Construcción, que ayudó a organizar las protestas, dijo que los activistas están tratando de identificar metas comunes que puedan ser apoyadas por la mayoría de la gente.
“Tenemos un reto”, dijo. “Hay que ver qué es lo que queremos”.