O'Rourke cancela actos en Iowa y permanece en El Paso

O'Rourke cancela actos en Iowa y permanece en El Paso
El aspirante a la candidatura presidencial demócrata Beto O’Rourke se reúne el miércoles 7 de agosto de 2019 con residentes de El Paso, Texas, cerca del Centro Médico Universitario, donde víctimas de la matanza a tiros del sábado continúan siendo atendidas. (AP Foto/Morgan Lee)

EL PASO, Texas, EE.UU. (AP) — Beto O'Rourke había estado buscando protagonismo desde su inclusión en la atestada contienda por la candidatura presidencial demócrata. Lo ha encontrado, pero no de la manera como lo habría querido o pronosticado.

Desde que un nacionalista blanco mató a tiros a 22 personas en un Walmart en su ciudad natal de El Paso, en la frontera de Texas con México, el exlegislador ha surgido como el rostro de una comunidad afectada por una tragedia estremecedora.

Insiste en que en este momento no le interesa la política —incluso canceló un viaje a Iowa este fin de semana— pero su reacción a la masacre tiene sin duda implicaciones trascendentales para sus aspiraciones presidenciales, así como un evidente riesgo político. La tragedia podría dar el impulso que O’Rourke necesita para reavivar su tambaleante campaña. O podría hacer parecer que intenta sacarle provecho.

O’Rourke anunció el miércoles que no asistirá a la Feria Estatal ni a otros actos en Iowa como estaba previsto, evitando un estado donde arranca la votación de las primarias presidenciales con vistas al 2020. No obstante, su equipo de campaña en Iowa está organizando un minuto de silencio previo al acto al que asistirán la mayoría de los demás precandidatos el viernes en la noche.

Lo anterior significa que O’Rourke suspenderá su campaña durante más de una semana y se desconoce cuándo habrá de reanudarla.

Pero eso difícilmente significa que no estará a la ofensiva.

Desde la matanza a tiros, O’Rourke ha dicho que el discurso del mandatario Donald Trump ha propalado miedo y odio, y él se ha enzarzado en controversias con el presidente que previsiblemente han llamado la atención. Cuando MSNBC le preguntó el miércoles si Trump era un supremacista blanco, O’Rourke respondió: “Lo es”.

Pero tal como lo descubrieron los numerosos aspirantes a la candidatura presidencial republicana en 2016, es difícil ganarle a Trump ese tipo de enfrentamientos.

O’Rourke también había pedido a Trump que no visitara El Paso. El presidente lo hizo el miércoles de cualquier manera, pero no sin tuitear antes que O’Rourke debería “callarse”.

Mientras Trump estaba en la ciudad, O’Rourke asistió a un acto comunitario llamado “El Paso Strong”, programado como alternativa a la visita presidencial cerca del Centro Médico Universitario, donde varias víctimas del ataque a tiros continuaban siendo atendidas.

Decenas de familias y admiradores hicieron fila para tomarse la selfie o conversar con el ex representante federal, y O’Rourke dio su teléfono celular a un empleado de Walmart indicándole que le llamara si necesitaba algún tipo de orientación.

Mateo Cisneros, un instructor de tenis de 25 años de edad que asistió al acto, elogió las numerosas presentaciones públicas de O’Rourke en los últimos días.

“Él fue el primero en hablar abiertamente de Trump, sin suavizar sus palabras”, afirmó Cisneros.

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Weissert informó desde Washington.

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