Gaza en apuros para preservar rica herencia arqueológica
KHAN YOUNIS, Franja de Gaza (AP) — La casa de Walid al-Aqqad sería la envidia de cualquier coleccionista de antigüedades.
Columnas corintias adornan el jardín. Adentro, cientos de cacerolas y otros artefactos antiguos cuelgan de las paredes y abarrotan estanterías.
Son restos de cinco milenios de historia de Gaza, desde la Era de Bronce hasta los califatos islámicos, el Imperio Otomano y el colonialismo británico del siglo 20.
Una faja de tierra sobre el Mediterráneo, Gaza fue un importante punto de paso del comercio entre Egipto y Levante durante la antigüedad. Pero décadas de alzamientos, guerras y agitación política han causado estragos con su rica herencia arqueológica, exponiéndola al saqueo y la destrucción.
La organización islámica Hamas tomó el poder en Gaza en el 2007, desplazando a sectores leales a la Autoridad Palestina. En respuesta, Egipto e Israel impusieron un bloqueo que ha aislado y empobrecido ese territorio. Los palestinos dicen que el bloqueo afectó excavaciones y restringió el acceso de expertos a nuevos descubrimientos.
Hamas ha hecho muy poco por proteger las antigüedades de Gaza y en algunos casos las ha destruido. En el 2017, destruyó grandes partes de Tel Es-Sakan, lo que quedaba a una ciudad de hace 4.500 años, de la Era de Bronce, para abrir paso a proyectos de construcción.
Ayman Hassouna, profesor de historia y arqueología de la Universidad Islámica de Gaza, dice que ni Israel, ni la Autoridad Palestina ni Hamas han protegido la herencia cultural de la región. Indicó que Israel confiscó artefactos de excavaciones arqueológicas durante las décadas en que ocupó Gaza y no hizo mucho por prevenir el tráfico de antigüedades. Agregó que las autoridades palestinas que gobiernan Gaza desde 1995 “atacaron muchos sitios arqueológicos, intencionalmente o no”.
También culpa a la falta de educación de los residentes de Gaza, que no están conscientes de la importancia de preservar las antigüedades y de que no se debe tocar los sitios arqueológicos.
“Cuando encuentran algo, lo esconden o construyen encima”, manifestó.
El saqueo y tráfico de antigüedades sigue siendo un problema, según Heyam al-Bitar, arqueóloga del ministerio de turismo y antigüedades de Gaza. Afirmó que el ministerio se enteró este año de que decenas de monedas de plata griegas de la antigüedad habían sido sacadas de contrabando de Gaza en el 2016.
“Es difícil estar pendiente del tráfico porque todo se hace a escondidas”, expresó.
No hay mucha gente como Al-Aqqad que trata de preservar las antigüedades en Gaza. Comenzó su colección en 1975, comprando artefactos a coleccionistas o buscándolos en playas y obras de construcción. Su casa en Khan Younis, al sur de Gaza, es un museo que recibe estudiantes.
“Este museo fue creado con mi esfuerzo personal y a costa de negarle el pan a mis hijos, para proteger los artefactos”, dijo al-Aqqad.
La suya es una de cinco colecciones privadas registradas legalmente en la Franja. Cuenta con 10.000 artefactos y objetos de valor histórico, de acuerdo con el ministerio.
El ministerio lleva la cuenta de lo que hay en cada colección para evitar que los artefactos sean vendidos o sacados de contrabando, dijo al-Bitar. Acotó que sus propietarios han sido instruidos por el ministerio y por la Universidad Islámica acerca de cómo preservar los artefactos y restaurar los objetos de arcilla cuando se parten.
El ministerio, que carece de fondos, abrió un museo público en el 2010 en el Palacio de al-Basha, un fuerte construido por los gobernantes mamelucos a mediados del siglo 13. Cuenta con 350 a 400 piezas. Ocasionalmente exhibe artefactos de las colecciones privadas, pero no tiene espacio para todos ellos.
“El ministerio planea construir un gran museo nacional para todas estas piezas arqueológicas, pero la situación política y económica y el sitio de Gaza lo impiden” en estos momentos, expresó.
Los restauradores se las ven en figurillas para salvar dos sitios que peligran: una iglesia bizantina del siglo 5 en Jabaliya, descubierta en 1996, y un monasterio del siglo 4 al sur de la Ciudad de Gaza. Desde su descubrimiento, la iglesia de Jabaliya ha sido abandonada y dañada por los combates entre Israel y guerrilleros palestinos.
El año pasado, la ONG Première Urgence Internationale lanzó un ambicioso proyecto para preservar ambos sitios gracias a un subsidio de 1.755.000 libras del Consejo Británico. Como parte del proyecto, las ruinas están cubiertas por techos protectores y capas de arena ayudan a preservar pisos de elegantes mosaicos.