Con oros de Rivas y Pérez, Colombia suma 5 en pesas de Lima
LIMA (AP) — Jonathan Rivas levantó su índice y miró al cielo el lunes. Un instante después, conquistó una medalla de oro con la que hizo realidad el sueño que compartía con su hermano, fallecido cuando ambos eran unos niños que entrenaban pesas e imaginaban conquistas sobre las plataformas internacionales.
Rivas se impuso en la división de 96 kilogramos para ganar la medalla de oro en los Juegos Panamericanos. Con un acumulado de 385 kilogramos, superó al canadiense Robert Santavy, quien consiguió la plata con 384, mientras que el venezolano Keydomar Vallenilla terminó con 374 y se quedó con el bronce.
“Esto va para Dios, mi familia y a mi hermano fallecido Emerson Rivas”, dijo el atleta cafetero. “Lo recordé mucho allá arriba, siempre le dedicaré mis triunfos a él”.
Cuando Jonathan tenía 9 años y Emerson 11, los dos cambiaron los juguetes por las pesas y comenzaron un romance con este deporte, que sólo para uno sería perdurable.
Un par de años más tarde, su hermano murió por un dengue hemorrágico. Fue un duro golpe para Rivas, quien ya en solitario se mantuvo entregado al deporte de sus amores.
Pero cuenta que en realidad nunca entrenó solo. Desde entonces pensó que tenía a lado a su hermano.
“La pasábamos hablando de ser los mejores y él era mejor que yo, así que siempre creo que estas medallas quizá deberían ser de él, no lo sé, pero Dios así lo quiso y ahora quiso que yo ganara aquí”, dijo Rivas, quien hasta hace tres semanas no sabía si participaría en la justa continental, aquejado por una lesión en la muñeca y una más en la pierna.
La medalla de Rivas y la de Mercedes Pérez en la jornada del lunes le dan un total de cinco a Colombia en los Panamericanos de Lima, cuando quedan cinco pruebas más.
Las dos preseas doradas se unen a las de Francisco Mosquera en 61 kilogramos, Brayan Rodallegas en 81 y María Lobón, quien se proclamó campeona continental en la división de 59 kilos.
Con ese metal, Colombia aún suspira por emular lo que hizo hace cuatro años en Toronto, donde los pesistas cafeteros se llevaron un cuantioso botín de ocho preseas de oro y 13 totales.
“No tuvimos buen campeonato panamericano, aunque fui campeón, pero ya en Lima creo que se sigue mostrando que Colombia es potencia continental en este deporte”, manifestó Rivas.
Aunque dominó, la actuación de Pérez fue simplemente impresionante.
Se coronó en la división de los 64 kilogramos tras alzar 105 kilos en arranque, 130 en envión y acumular 235, todas marcas panamericanas, para superar a la estadounidense Mathlynn Sasser, que con 230 se quedó la plata. El bronce fue para la ecuatoriana Angie Palacios, con 228.
Se trata de la tercera medalla de oro de Pérez en Juegos Panamericanos, luego de las que logró en Guadalajara 2011 y Toronto 2015.
“Fue una dura lucha pero al final lo gocé y me regocijé, por eso estoy muy feliz, saqué toda mi veteranía y la casta de león que llevo dentro”, dijo Pérez.
Competitiva y fuerte desde temprana edad, Pérez jugó al béisbol. En una ocasión, según ha contado a medios de su país, bateó la pelota con tal fuerza que la sacó de la escuela, y un entrenador le dijo que con esa potencia física podría dedicarse a las pesas.
En ese momento se sembró una semilla, que germinó en la adolescencia de Pérez. Luego llegó un hecho feliz; toparse con Oswaldo Pinilla, considerado el máximo responsable del éxito cafetero en las pesas durante los últimos años.
Luego de ganar su presea, Pérez abrazó a su entrenador.
“Le pedí que viniera porque él ha sido parte de este proyecto y de mi proceso, además siempre ha sido leal conmigo en las buenas y en las malas y se merece esta medalla”, dijo la veterana de 32 años, quien aún sueña con representar a su país en los Juegos Olímpicos de Tokio. “Hace tiempo no hacías los pesos que hice hoy pero eso no es cuando quiera sino cuando pueda, ahora viene el Mundial y me siento capacitada para seguir dando la lucha en Tokio 2020”.
“Quería la medalla para mi país, tenía ese compromiso porque sabía que era la favorita y les pude cumplir”, subrayó Pérez.