Familias colombianas ansían retorno de condenados en China
BOGOTÁ (AP) — Diana Pérez tiene la esperanza de que su padre pueda volver a su tierra después de seis años de estar en una cárcel al otro lado del mundo.
“Está muy lejos de nuestro entorno”, dijo por teléfono a The Associated Press desde la ciudad de Pereira, en el centro occidente de Colombia.
Como ella, medio centenar de familiares de colombianos que cumplen condenas por narcotráfico en China se muestran esperanzados en que el acuerdo que su gobierno firmará este miércoles con China permita que sus seres queridos vuelvan a su país para cumplir sus condenas cerca de casa por razones humanitarias.
Pérez lidera a este grupo y su padre, de 58 años, está condenado a cadena perpetua.
“Ojalá lo puede ver en Colombia muy pronto”, agregó.
El Ministerio de Justicia precisó a la AP que en China hay 217 colombianos detenidos por narcotráfico. De éstos, cuatro están condenados a pena de muerte y 14 a cadena perpetua.
En Colombia hay seis ciudadanos chinos detenidos por el mismo delito, se informó.
La viceministra de Promoción de la Justicia, Juanita López Patrón, dijo recientemente que el tratado “busca establecer reglas claras para el traslado a Colombia, por razones humanitarias, y aquellos casos que sean procedentes, en los que se pueda conmutar la pena, dada por pena de muerte o cadena perpetua”.
El presidente colombiano Iván Duque está actualmente en el país asiático y parte de su agenda contempla la firma del documento.
Si el acuerdo se firma como está planeado, no entraría en vigencia inmediatamente. Primero tendría que pasar por el Congreso y la Corte Constitucional, por lo que el proceso tardaría entre un año y año y medio.
“Es muy importante ese acuerdo que firmará el presidente Duque en China”, dijo Luz Celis a la AP en una entrevista telefónica desde la ciudad de Cali.
La mujer es esposa de Harold Carrillo, un colombiano que fue repatriado desde China hace media década. Allá cumplía una condena de 19 años por narcotráfico y logró volver a su país por razones humanitarias, ya que tiene cáncer en la garganta. Ahora está mejor, asegura Celis, y cumple lo que resta de su sentencia en una cárcel de Cali.
“Es muy muy agradable tenerlo cerca del seno familiar, aunque vengar a cumplir una condena en una cárcel colombiana”, agregó su mujer.
Aunque las repatriaciones de colombianos por razones humanitarias ya ocurren, el eventual acuerdo entre el país latinoamericano y el asiático permitiría que más condenados puedan volver a este país para concluir sus condenas aquí.