Las grandes economías recelan de la moneda de Facebook
CHANTILLY, Francia (AP) — Los ministros de finanzas del Grupo de las Siete democracias más ricas del mundo advirtieron el jueves que criptomonedas como Libra de Facebook no deberían entrar en circulación hasta que se resuelvan las “graves preocupaciones regulatorias y sistémicas”.
Los funcionarios acordaron que las llamadas “criptomonedas estables”, que están asociadas a monedas reales, tendrán que cumplir “los más altos estándares” de regulación financiera para evitar el lavado de dinero o amenazas a la estabilidad del sistema banquero y financiero, según el resumen de la reunión en Chantilly, Francia.
Los ministros, entre los que estaban el anfitrión francés, Bruno Le Maire, y el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, acordaron que esas preocupaciones deben resolverse “antes de que puedan implementarse estos proyectos”.
Facebook ha propuesto crear Libra como una criptomoneda asociada a monedas existentes para hacerla menos volátil que otras como Bitcoin, y aspira a que pueda utilizarse para pagar cosas. Los gobiernos de todo el mundo se han apresurado a estudiar cómo podría afectar eso a la economía.
Si bien estas monedas podrían reducir los costes de transferencias y ayudar a prestar servicios financieros en comunidades con poca infraestructura, los miembros del G7 señalaron que tendrían que responder ante los gobiernos y no solo las corporaciones, indicó Le Maire. Por ejemplo, Libra podría facilitar el financiamiento terrorista y el lavado de dinero e influir en el valor de las monedas establecidas.
Esta evaluación refleja las críticas expresadas esta semana por varios legisladores estadounidenses, que dijeron tras audiencias en Washington que no pueden confiar a Facebook un proyecto tan grande como Libra tras los recientes escándalos de privacidad de datos.
Además, los países esperan tener para el próximo enero las bases de un acuerdo global sobre los impuestos de compañías digitales, según el resumen de la cita. El acuerdo permitiría cobrar impuestos a las empresas en países donde no tienen presencia física y ofrecería un foro de arbitraje.
Estados Unidos y Francia tienen posturas especialmente enfrentadas en este asunto, después de que París anunciara un gravamen del 3% sobre gigantes tecnológicos como Facebook y Google, que suelen tener su sede en Estados Unidos. Mnuchin se opuso al plan cuando se reunió con Le Maire.
El acuerdo actual tendría que alcanzar una decisión final para que Francia retire su impuesto, señaló Le Maire, aunque el proceso avanza “en la buena dirección”.
La reunión de finanzas del G7 prepara el terreno para una cumbre de jefes de gobierno de los países el próximo agosto. Además de Estados Unidos y Francia, el grupo incluye a Alemania, Gran Bretaña, Italia, Japón, Canadá y representantes de la Unión Europea.
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David McHugh contribuyó a este despacho desde Fráncfort, Alemania.