Congreso de EEUU cuestiona a compañías tecnológicas
Las grandes compañías tecnológicas enfrentaron duros cuestionamientos esta semana al enfocarse los legisladores federales en un posible comportamiento anticompetitivo y expresar su escepticismo bipartidista respecto al plan de Facebook de lanzar una nueva moneda digital.
Compañías como Apple, Google, Facebook y Amazon han disfrutado desde hace tiempo de un crecimiento casi incontrolado hasta alcanzar un estatus mítico luego que comenzaron casi de la nada, originándose en cocheras, un dormitorio y un viaje en carretera por todo el país, para después dominar a sus rivales. Pero a medida que han adquirido más poder, sus críticos han levantado la voz para cuestionar si estas empresas reprimen a la competencia y las innovaciones, y si su influencia representa un peligro para la sociedad.
Los demócratas y los republicanos expresaron sus preocupaciones, incluso si no existe consenso sobre qué hacer al respecto.
Una subcomisión de la Comisión de Asuntos Jurídicos de la Cámara de Representantes se centró el martes en la pregunta de si es momento para que el Congreso les imponga límites a estas compañías, que son algunas de las más importantes del mundo en varios parámetros. Una parte fundamental del caso es si sus prácticas empresariales violan leyes implementadas hace un siglo, originalmente diseñadas para combatir los monopolios petroleros y ferroviarios.
Para algunos legisladores, en su mayoría demócratas, esas leyes necesitan actualizarse o por lo menos ejercerse de manera más estricta. Tales acciones podrían resultar en la subdivisión de enormes plataformas en línea, el bloqueo de adquisiciones futuras o la imposición de otros límites a sus acciones.
El presidente de la subcomisión, el demócrata David Cicilline, denunció que los gigantes tecnológicos han gozado de una “inmunidad de facto” gracias a la doctrina antimonopolio actual, que por lo general considera que el comportamiento anticompetitivo deriva en precios más altos para los consumidores.
Eso les permitió expandirse sin control y absorber a sus posibles competidores, argumentó, al crear una “zona de muerte para start-ups” que evita que las compañías más pequeñas representen un desafío para las empresas establecidas con servicios y tecnologías innovadoras.
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La periodista de la AP Marcy Gordon contribuyó con este despacho desde Washington.