Guatemala “tercer país seguro”, no tan seguro para migrantes
CIUDAD DE GUATEMALA (AP) — Los gobiernos de Guatemala y Estados Unidos discuten la probabilidad de que esta nación se convierta en un “tercer país seguro”, lo que implicaría que reciba a miles de migrantes centroamericanos y de otros territorios que huyen por la pobreza y violencia, librando así a los estadounidenses de un asunto que les incomoda.
El próximo lunes, el presidente Donald Trump y su homólogo guatemalteco Jimmy Morales se reunirán en Washington para tratar asuntos sobre migración y seguridad y --según funcionarios estadounidenses que hablaron el jueves con The Associated Press bajo condición de anonimato por no estar autorizados a discutir el tema públicamente-- la firma de un acuerdo para colocar a Guatemala como “tercer país seguro” está en la mesa.
También lo está la decisión del gobierno de Trump de realizar redadas contra migrantes, las cuales ha dicho que iniciarán el domingo.
Sin embargo, según analistas, Guatemala no reúne las condiciones de salud, educación, empleo, infraestructura y seguridad que los migrantes que dejan sus países necesitan.
“Guatemala no tiene las condiciones para garantizar la seguridad a habitantes extranjeros que están huyendo por violencia, tal como lo señalan los estatutos internacionales de refugiados”, dice Úrsula Roldán, directora del Instituto Proyección e Investigación sobre Dinámicas Globales y Territoriales de la Universidad Rafael Landivar.
Los analistas coinciden en que de Guatemala huyen las personas debido a la pobreza, el hambre y la violencia, por lo que otros migrantes vendrían a encontrar esas condiciones de las que ya huyen los guatemaltecos.
Según un estudio del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI) llamado “La Desnutrición crónica infantil en Guatemala: una tragedia que el debate político no debe evadir”, en 2019 hay cerca de 890.000 niños y niñas menores de cinco años que padecen desnutrición crónica en este país.
Por su parte, el Banco Mundial dijo en un estudio de 2014 que un 60% de la población --de la cual el 52% es indígena-- vive en pobreza.
Roldán explica que en promedio las solicitudes de asilo al gobierno estadounidense tardan en resolverse dos años, por lo que cree que ése podría ser el tiempo que los migrantes podrían quedarse en Guatemala sin servicios de salud o empleo para una vida digna. “Según ACNUR (siglas de la Agencia de la ONU para los Refugiados) hay unos 50.000 solicitantes de asilo en EEUU”, dice la analista. “Es totalmente irracional”.
El diputado opositor guatemalteco, Paul Briere, coincide en que no existen condiciones en Guatemala para ser un tercer país de recepción de migrantes que quieren ir a Estados Unidos.
“Su destino final no es Guatemala; el destino y sueño de todos ellos es Estados Unidos. ¿Qué puede ofrecerles Guatemala diferente a lo que tiene en El Salvador y Honduras? Absolutamente nada si estamos en condiciones precarias como ellos”, dijo.
Las suspicacias ya empiezan a recaer sobre cuáles serían las intenciones de Morales al firmar un acuerdo de este tipo.
La activista Eleonora Muralles dice que el presidente intenta congraciarse con Estados Unidos para buscar apoyo e inmunidad frente a varios procesos legales y denuncias en su contra en Guatemala.
Alfredo Brito, vocero presidencial, piensa que Morales no busca ninguna protección, sino tipos de cooperación y que el lunes no se firmará el polémico acuerdo.
Alexandra Hill Tinoco, canciller salvadoreña, dijo a periodistas que está fuera de control de El Salvador el acuerdo de un tercer país seguro que discuten Guatemala y Estados Unidos y que su país está tomando medidas para atender a los migrantes salvadoreños y que se respeten sus derechos humanos.
Según el instituto de migración de Guatemala, de enero a la fecha, Estados Unidos ha deportado a casi 30.000 guatemaltecos.
La Corte de Constitucionalidad se reunirá el domingo próximo para discutir dos amparos solicitados contra Morales y sus ministros de Relaciones Exteriores y Gobernación para prohibirles que firmen cualquier acuerdo con EEUU que pongan a Guatemala como país de destino de migrantes que han pedido asilo a ese país del norte.
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El periodista de AP Marcos Alemán contribuyó para este despacho desde El Salvador.