Regulación británica de porno online será banco de pruebas
LONDRES (AP) — Los esfuerzos globales por aumentar la regulación en internet se están extendiendo a uno de los rincones más grandes y opacos: la pornografía.
El gobierno de Gran Bretaña quiere exigir a los sitios pornográficos que verifiquen que sus usuarios son adultos. Otros países siguen de cerca esta labor con la esperanza de mejorar la regulación de los contenidos pornográficos, pero ha planteado dudas sobre privacidad, censura y competencia. La medida se ha demorado en varias ocasiones, lo que refleja la confusión en torno a la iniciativa.
“Es un desastre”, dijo Kim Killock, del Open Rights Group basado en Londres, un grupo de libertades digitales civiles.
Killock dijo que el pan del gobierno para su “bloqueo porno” no hace lo suficiente para proteger los datos personales. Otros consideran que el plan representa una censura económica, y otros temen que las reglas puedan efectivamente darle más poder a una compañía poco conocida que domina la industria pornográfica en internet.
Según el plan, que se espera que entre en vigor a finales de año, se pedirá a quienes visiten cibersitios británicos con este tipo de contenidos que demuestren que tienen al menos 18 años mediante una tarjeta con un código de acceso que se adquiriría en una tienda física, donde tendrán que identificarse con un documento con foto, o registrarse online y enviar una copia del pasaporte o la licencia de conducir.
En gobierno británico no opera el servició en sí. En su lugar está contratando a compañías privadas que puedan vender su propia tecnología de verificación de edad a sitios pornográficos. Mientras tanto, la supervisión se entregó al Consejo Británico de Clasificación de Películas, un organismo de censura y clasificación de filmes.
A los defensores de la privacidad de datos les preocupa que entregar información personal para ingresar a sitios para adultos signifique que puedan monitorearse sus hábitos de consumo de pornografía. Esos temores se suman a la falta de estándares de privacidad y seguridad para proveedores de verificación de edad. En lugar de eso, hay una certificación voluntaria con requisitos poco claros e imprecisos.
“Hay enormes preocupaciones de privacidad por cómo se manejarán los datos, porque el tipo de información que la gente tendrá que dar es muy personal”, dijo Myles Jackman, un abogado con sede en Londres.