Un Messi más “maradoniano” sacude a la Copa América
RÍO DE JANEIRO (AP) — Alzó la voz tras cada partido, sin rehuir a la prensa cuando su Argentina estuvo mal. Punzante en las críticas a los entes del fútbol sudamericano. ¡Hasta cantó el himno nacional!
El Lionel Messi que se vio en esta Copa América fue totalmente distinto al de otras competiciones internacionales con la selección de Argentina.
En cuanto a personalidad, fue el Messi más “maradoniano” que se haya visto desde que en 2005 debutó con la casaca de la Albiceleste.
“Hoy tenía ganas y bueno… lo canté", dijo entre carcajadas tras la victoria 2-0 ante Venezuela en los cuartos de final.
No fue el individuo tímido que se portaba estoicamente dentro y fuera de la cancha. Como capitán, Messi asumió todas las responsabilidades de un líder, encarándose con los árbitros. Sin ningún atisbo de temer a las consecuencias, acusó de corrupción a los jerarcas de la Confederación Sudamericana de Fútbol.
Sus reclamos de que Argentina fue víctima de injusticias en la Copa América alcanzaron un punto de ebullición en el partido por el tercer lugar, en el que fue expulsado con roja directa cerca del final del primer tiempo.
“Estábamos para más, no nos dejaron estar en la final”, disparó tras el triunfo 2-1 ante Chile el sábado. “La corrupción y los árbitros no permiten que la gente disfrute y el fútbol se arruina”.
Messi se despidió de Brasil sin poder cumplir con la única asignatura pendiente de su inigualable trayectoria: ganar un título con la selección mayor de Argentina.
A sus 32 años, Messi mostró otra faceta. Ello no pasó inadvertido en Argentina, donde siempre se le pidió tener el liderazgo impetuoso de Diego Maradona, el capitán de la selección campeona del Mundial de 1986 y reconocido por no morderse la lengua.
Acostumbrado a no agitar olas con la selección y su club Barcelona, las agudas críticas de la “Pulga” tras el partido contra Chile sorprendieron. También su decisión de boicotear la ceremonia de premiación.
“No fui a la premiación por todo un poco, nosotros no tenemos que ser parte de esta corrupción. La falta de respeto que se nos hizo durante toda esta Copa fue grande”, afirmó.
Messi fue expulsado por darse empellones con el defensor chileno Gary Medel, otro hecho que no es típico en el crack argentino. Sólo había visto una roja directa con la selección, y en toda su carrera, remontándose a su debut internacional en un amistoso ante Hungría en 2005.
Luego de la derrota 2-0 ante Brasil, Messi aseguró que el resultado no debía sorprender, sugiriendo que los anfitriones manejan los hilos del fútbol sudamericano.
No le tembló la mano cuando le preguntaron si temía una suspensión por sus dichos: “que hagan lo que quieran, la verdad hay que decirla”.
Horas después de la salva de críticas del cinco veces ganador del Balón de Oro, la CONMEBOL respondió con un comunicado en el que no identificó al jugar para calificar de “inaceptable” que “se hayan lanzado acusaciones infundadas que faltan a la verdad y ponen en tela de juicio la integridad de la Copa América”.
También mencionó que “en el fútbol se gana y a veces se pierde y un pilar fundamental del ‘fair play’ es aceptar los resultados con lealtad y respeto”.
A lo largo del torneo, Messi fustigó las condiciones de las canchas de los estadios brasileños, diciendo que la pelota picara como si fuera un conejo.
Sus críticas sorprenden porque hasta poco Messi hacía lo imposible para evitar a la prensa. Pasó de largo de hablar cuando el Barça fue eliminado por Liverpool en las semifinales de la Liga de Campeones tras dilapidar una ventaja de tres goles en el partido de vuelta. Poco después, compareció a la sala de conferencias para dar su primera rueda como jugador azulgrana en cuatro años.
Todo se venía cocinando en el tiempo reciente. No fue hasta el año pasado que asumió como capitán del club catalán tras la salida de Andrés Iniesta.
Y siguió así desde el comienzo de la Copa América, siempre dispuesto para dar su opinión y mostrarse como caudillo.
Pese al cambio de actitud, el nivel de juego de Messi fue intrascendente. No fue hasta los últimos dos partidos cuando pudo mostrar su fenomenal clase, pero no le alcanzó para llevar a Argentina al título.
Messi sólo cuenta con la medalla olímpica de oro que obtuvo como integrante de la selección Sub23 que se coronó en los Juegos de Beijing 2008. La mayor no se consagra en una gran cita desde 1993. Messi ha perdido tres finales de envergadura, la final del Mundial de 2014 y las de la Copa América en 2015 y 2016.
Dejó en su cuenta de Instagram al final de su expedición brasileña.
“Nos vamos de esta Copa con un triunfo pero sobre todo con la cabeza alta y con la sensación de que esta vez el fútbol no fue justo con nosotros”, remató. “Por cómo jugamos y porque fuimos superiores a Brasil, merecíamos estar en la final. Pero hay que mirar hacia adelante con optimismo porque hay futuro y una base muy grande en esta Selección y solo hay que darle algo de tiempo. #VamosArgentina”.
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