Argentina desinfla a Venezuela y chocará con Brasil en semis
RÍO DE JANEIRO (AP) — Sin todavía aparecer la mejor versión de Lionel Messi, Argentina va creciendo en la Copa América. ¿Qué le toca ahora? Ni más ni menos que una semifinal contra Brasil.
Un temprano gol de taco de Lautaro Martínez y la anotación de Giovani Lo Celso tras un fallo monumental del arquero Wuilker Faríñez le dieron a Argentina la victoria el viernes por 2-0 ante Venezuela, y dejar servida la mesa para un nuevo capítulo del gran clásico del fútbol sudamericano.
Encontró el primer gol a los 10 minutos mediante Martínez al empujar de taco un balón dejado a la deriva por su compañero Sergio Agüero. Y le dio la estocada final cuando Lo Celso aprovechó a los 74 el rebote dejado por Faríñez, el arquero de 21 años de la Vinotinto.
Con Messi entregándose a funciones de marca, inclusive desde atrás la Albiceleste cedió el balón pero fue más efectiva. Argentina no brilló y tampoco sufrió en demasía ante un rival al que no había podido vencer en los tres últimos cruces.
El único gol de Messi en el torneo fue con un penal para rescatar el empate 1-1 ante Paraguay en la primera fase. En una selección que busca encontrar una identidad de juego, el capitán argentino no está exhibiendo el nivel excelso que derrocha con el Barcelona de España. Es otro obrero en el equipo de Lionel Scaloni.
“La verdad es que no estoy haciendo mi mejor Copa América o lo que yo esperaba”, reconoció Messi sobre sus prestaciones. “Son partidos que se dan de esta manera. Como ha sido recién, no se puede jugar mucho, siempre es más complicado para nosotros que queremos atacar, hacer algo diferente a la hora de conducir, de eludir rivales. Lo importante es que se ganó y seguimos”.
Scaloni defendió al cinco veces ganador del Balón de Oro: "Messi es Messi. El mejor de todos. Es un aporte esencial el de Messi en la cancha y también en el vestuario".
Desde el primer minuto, el equipo Argentina salió a buscar el gol, con la inyección anímica de una mayoría argentina en el estadio Maracaná, con 50.000 asistentes.
Argentina le imprimió vértigo a su juego con pases largos al sector de ataque, otra vez con el tridente Martínez, Messi y Agüero en campo. En el mediocampo, el mediocampista Leandro Paredes se encargó de administrar la pelota con criterio.
El gol llegó rápido. Tras un córner argentino, la pelota quedó bollando dentro del área y Agüero remató débilmente, sin destino. Martínez tuvo fortuna entre camisetas propias y rivales al encontrarse con la pelota en el centro del área y la desvió magistralmente con un taco hacia el fondo del arco.
“Me lo imaginé antes. Por suerte salió bien y sirvió para abrir el marcador”, dijo Martínez sobre la elaboración de su gol. “Se trató de dejar todo en la cancha... hicimos un primer tiempo increíble, corrimos todos parejo”.
Abajo en el marcador, Venezuela no tuvo otro remedio que adelantar líneas y darle más compañía a José Salomón Rondón, quien había iniciado el partido parado como único delantero. Pese a que el conjunto de Rafael Dudamel tuvo más la pelota, si acaso generó un par de ocasiones de peligro en el arco de Franco Armani.
Dudamel reconoció que su equipo pagó caro ceder la iniciativa en los primeros compases.
“Nos costó mucho establecernos en el partido y cuando fuimos a darnos cuenta con el marcador en contra fue más cuesta arriba”, dijo el estratega venezolano. “No podemos ceder terreno y desperdiciar minutos ante un rival que nos respetaba muchísimo”.
Fue una buena noticia para el conjunto de Scaloni, que en los partidos de la fase de grupos había padecido cada vez que le llegaban atrás.
Venezuela tuvo su primera oportunidad a los 39 minutos, con un cabezazo de Jhon Chancellor que pasó a penas por encima del travesaño.
En el segundo tiempo, Martínez pudo anotar su segundo de la tarde con un remate que besó el palo de Faríñez. El delantero del Inter se convirtió en el máximo goleador, con seis tantos, de la era Scaloni.
A los 18 minutos del segundo tiempo, Scaloni sorprendió al sacar a Martínez para poner en su lugar a Ángel Di María, relegado a la suplencia tras la derrota 2-0 ante Colombia en el debut.
El segundo tiempo transcurrió con un trámite tedioso. Argentina optó por retroceder para salir al contragolpe. Venezuela intentaba llegar, pero no sabía cómo. Sobre los 70, una pelota filtrada al corazón del área dejó a Ronald Hernández cara a cara con Armani, que se lució con una tapada que se festejó como un gol.
Lo Celso selló la cuenta. Cinco minutos después de haber ingresado por Marcos Acuña, el volante aprovechó el rebote de Fariñez a un remate de Agüero, luego de un balón recuperado por Rodrigo De Paul.
Como en 2016, en la Copa América Centenario, Argentina dejó afuera a la Vinotinto en cuartos de final.
El espectáculo pasó en los minutos finales a las tribunas. Los argentinos revolearon sus camisetas, gritaron y comenzaron a palpitar el clásico sudamericano que se viene.
Dudamel dedicó palabras a ese enfrentamiento, diciendo que el torneo es el “más beneficiado”.
“Sirve para el espectáculo del morbo del Brasil y Argentina”, disparó el técnico venezolano. “Los brasileños tienen que estar felices y se deben estar frotando los manos ante la posibilidad de eliminar a su clásico rival".
Midiéndose en Belo Horizonte, Argentina y Brasil buscarán un lugar en la final el martes.
“Será un rival difícil, es el local y con toda la gente”, dijo Martínez. “Nosotros tenemos lo nuestro. Vamos a estudiarlo como lo hacemos siempre para contrarrestar lo que hacen bien y poder sacar provecho”.
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