Apelan permiso de viaje de obispo argentino acusado de abuso

BUENOS AIRES (AP) — Una fiscal apeló la resolución judicial que autorizó a salir de Argentina al obispo Gustavo Zanchetta, acusado de abusos a dos exseminaristas y cercano al papa Francisco.

María Soledad Filtrin dijo el jueves a The Associated Press que presentó un recurso de apelación contra la decisión tomada la semana pasada por el juez Claudio Parisi de levantar varias restricciones que pesaban sobre el religioso, lo que le permitió recuperar su pasaporte, que había sido previamente retenido.

Zanchetta, quien en julio de 2017 renunció repentinamente como obispo de Orán -localidad de la norteña provincia de Salta- está acusado de “abuso sexual simple continuado” agravado. De ser hallado culpable podría ser sentenciado a una pena de tres a 10 años de prisión.

El obispo, que no quedó detenido y al cual se le exigió abstenerse de realizar cualquier acto que obstaculice la justicia, está siendo actualmente sometido a un juicio canónico en el Vaticano por los presuntos abusos.

AP intentó averiguar el paradero de Zanchetta a través de la Defensoría General de Salta, donde se le asignó un defensor oficial, pero no obtuvo una respuesta por el momento.

El juez permitió al religioso estar ausente de Orán hasta el 8 de agosto, cuando debe ponerse de nuevo a disposición de la justicia. El permiso fue concedido por razones de índole laboral que había esgrimido el defensor oficial del religioso.

Filtrin señaló que ha pedido la inmediata citación del imputado para retenerle nuevamente los documentos. “Yo dije (al juez) que no era posible que se le levantaran las medidas restrictivas porque había muchas medidas de prueba para realizar”, como las elevaciones de los informes psicológicos de las víctimas, afirmó la fiscal.

Un tribunal de impugnación deberá pronunciarse sobre la apelación de la fiscal.

Filtrin indicó además que en caso de que Zanchetta no regrese a Orán la justicia puede librar una orden de detención, pero recordó que el Vaticano y Argentina no tienen un acuerdo de extradición.

Cuando Zanchetta se puso tiempo atrás a disposición de la justicia presentó constancias de que residía en Santa Marta, en el Vaticano, e indicó que trabajaba como asesor en la Santa Sede.

La investigación al obispo se inició en enero. Los investigadores tomaron declaraciones testimoniales de personas que concurrieron al seminario y otras que ya no se encuentran en Orán. También realizaron inspecciones oculares en el obispado de esa localidad y en las instalaciones del seminario, entre otros lugares.

El papa reveló recientemente en una entrevista con la cadena mexicana Televisa que había recibido los resultados de una investigación preliminar a Zanchetta y ordenado que el caso pasara a juicio en un tribunal vaticano que maneja los casos de abusos.

Francisco reconoció en la entrevista que le preguntó a Zanchetta sobre las primeras acusaciones en su contra en 2015 relacionadas con imágenes de desnudos en su celular y que le dio al religioso el privilegio de la duda cuando afirmó que habían hackeado su teléfono.

Poco tiempo después, miembros del seminario de Orán y varios vicarios generales mostraron su preocupación por el comportamiento problemático de Zanchetta con los seminaristas, como pasar por sus cuartos en la noche o pedirles masajes.

Meses después de que Zanchetta renunciara como obispo de Orán en julio de 2017, Francisco lo designó en un alto puesto administrativo en el Vaticano.

A través de documentos y entrevistas, AP y el diario argentino El Tribuno reportaron que el Vaticano estaba enterado de los supuestos abusos del obispo dos años antes de que renunciara.

El Vaticano había insistido en que Zanchetta sólo enfrentaba problemas de gobernanza en aquel momento y que la primera acusación de abuso había llegado a fines de 2018.

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