Empleados de Wayfair paran por venta a centro de detención
BOSTON (AP) — Empleados de la tienda en línea de muebles para el hogar Wayfair realizaron el miércoles un paro laboral en protesta por la decisión de la empresa minorista de vender 200.000 dólares en mercancía a un contratista del gobierno que opera un centro de detención para niños migrantes en Texas.
La protesta desató un gran rechazo popular contra la compañía, y algunos clientes hicieron llamados de boicot. Varios cientos de personas se sumaron a la protesta realizada en una plaza cerca de la sede de la empresa en Boston, mezclándose con los trabajadores.
Más de 500 empleados de la sede de la empresa firmaron una carta de protesta y la enviaron a ejecutivos cuando se enteraron del contrato.
Wayfair se rehusó a cancelar el contrato, pero dijo a los trabajadores que donaría 100.000 dólares a la Cruz Roja.
"La semana pasada, nos enteramos de la venta y que estamos lucrando con esto. Y eso nos incomoda", dijo Tom Brown, de 33 años, ingeniero de Wayfair que participaba en la protesta. "Para mí, personalmente, en la vida hay más que ganancias".
Los precandidatos demócratas a la presidencia Elizabeth Warren y Bernie Sanders dijeron que apoyaban a los trabajadores de Wayfair en protesta, al igual que la representante demócrata Alexandria Ocasio-Cortez.
Las acciones de Wayfair inicialmente bajaron más de 5% el martes cuando trascendió la noticia del paro, pero el miércoles se mantuvieron estables.
La protesta ocurrió en medio de un clamor en la opinión pública tras haberse revelados las terribles condiciones en las que son detenidos los menores de edad en una instalación de la Patrulla Fronteriza en Clint, Texas, que fueron reportadas primero por The Associated Press, incluyendo comida inadecuada, falta de cuidado médico, falta de jabón, y niños mayores tratando de cuidar a infantes.
Wayfair vendió camas a Baptist Children's Family Services, una organización sin fines de lucro con contratos federales para operar algunos de los campamentos fronterizos.
Madeline Howard, gerente de producto en Wayfair, dijo que la donación de la compañía a la Cruz Roja no satisfizo la demanda de los empleados, que habían pedido que las utilidades de la venta —unos 86.000 dólares— fueran donados a RAICES, una organización sin ánimo de lucro que es el proveedor más grande en Texas de servicios legales en materia migratoria.
A través de una carta enviada a los empleados, la gerencia defendió la venta como una práctica regular.
"Creemos que nuestro negocio es vender a todos los clientes que actúen dentro de la ley de los países en los que operan", dijo la misiva.
Wayfair dijo que no haría más comentarios sobre la protesta.