Dimite el responsable de Protección Fronteriza de EEUU
HOUSTON (AP) — El jefe interino de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) renunció el martes ante la indignación causada por el descubrimiento de las condiciones precarias en las que se encuentran niños migrantes albergados en una de estación de la agencia en Texas.
La dimisión del comisionado John Sanders profundizó la sensación de crisis y se sumó a los rápidos cambios al interior de las agencias responsables de hacer cumplir la dura política migratoria del presidente Donald Trump, cuyo gobierno lidia con una cantidad sin precedentes de familias migrantes que cruzan la frontera.
En un mensaje a sus empleados, Sanders dijo que dejaría el cargo el 5 de julio. No dio una razón de su salida.
“Aunque les dejaré a ustedes decidir si fui exitoso, sin duda puedo decir que apoyar a los increíbles hombres y mujeres de la CBP ha sido la oportunidad más gratificante y satisfactoria de mi carrera”, dijo.
Horas después de que se hiciera pública la noticia de la salida de Sanders, dos funcionarios dijeron a The Associated Press que su reemplazo sería Mark Morgan, quien fue nombrado apenas el mes pasado como director interino del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE por sus iniciales en inglés). Los funcionarios hablaron bajo condición de anonimato a fin de discutir la designación.
En una entrevista con la AP la semana pasada, Sanders responsabilizó de los problemas en la detención a la falta de financiamiento. Pidió que el Congreso aprobara 4.500 millones de dólares en fondos de emergencia para atender la crisis. La Cámara de Representantes aprobó la medida la noche del martes, abriendo la puerta a un debate en el Senado en donde los líderes republicanos planean votar a favor de un proyecto bipartidista distinto, que no ofrece los mismos servicios y protecciones a los inmigrantes.
En la Casa Blanca, Trump dijo que no solicitó la renuncia de Sanders — y añadió que cree que ni siquiera había hablado alguna vez con él — pero que “hará algunos movimientos de personal en distintas locaciones” en medio de la crisis.
Aunque algunos activistas recibieron con agrado la salida de Sanders, Trump defendió a las autoridades fronterizas federales, y afirmó que “las leyes son tan malas, y las reglas de asilo y leyes son tan malas, que nuestros elementos de la Patrulla Fronteriza, que son increíbles, no han podido hacer su trabajo”.
El incremento sin precedente en la llegada de familias de migrantes ha provocado que los centros de detención federal rebasen su cupo y ha mermado la capacidad del gobierno de proporcionar atención médica y otros cuidados. Seis niños han muerto desde septiembre después de ser detenidos por agentes fronterizos.
Después de ser seleccionado para encabezar al ICE, Morgan, el nuevo director interino, mostró disposición para deportar a familias durante operativos. Sin embargo, algunos funcionarios previos titubearon en tomar dichas medidas por preocupaciones logísticas y de opinión pública.
El gobierno se ha enfrentado a fuertes críticas en días recientes por las condiciones al interior de la instalación de la Patrulla Fronteriza en Clint, Texas, reveladas en primera instancia por un reporte de The Associated Press: alimentos inadecuados, falta de atención médica y niños mayores cuidando a los más pequeños.
En un caso reportado en Clint, abogados señalaron que un niño de 2 años que no llevaba pañal estaba bajo cuidado de niños más grandes. Varios de los menores tenían influenza. Muchos de ellos fueron separados de familiares como tíos y tíos con los que llegaron a la frontera, además de que también había madres adolescentes con bebés.
Conforme se dieron a conocer las condiciones en las que estaban los niños, personas conmovidas con sus casos comenzaron a presentarse a las instalaciones para donar cajas de pañales e incluso un muñeco de felpa del Monstruo Comegalletas. No se les permitió ingresar al edificio. La CBP asegura que cuenta con suministros suficientes, pero que la agencia ya consulta con abogados para ver si puede aceptar los donativos.
Un funcionario de la CBP dijo el martes que la mayoría de los 300 niños que estaban detenidos en Clint la semana pasada han sido enviados a instalaciones operadas por la Oficina de Reasentamiento de Refugiados. El funcionario, que habló del tema con reporteros bajo condición de anonimato, no dijo exactamente cuántos.
Pero más o menos al mismo tiempo que Sanders anunció su renuncia, su agencia dijo que se habían regresado más de 100 niños a la estación.