Honduras: policía pone fin a huelga, no reprimirá protestas
TEGUCIGALPA (AP) — La policía antidisturbios de Honduras concluyó el viernes una huelga de tres días en reclamo de mejoras laborales, pero advirtió que no reprimirá a los miles de manifestantes que exigen en las calles la renuncia del presidente Juan Orlando Hernández.
"No reprimiremos más a nuestro pueblo y respetaremos sus derechos humanos", aseguró a periodistas un agente con su rostro cubierto que se encontraba junto a varios compañeros frente al cuartel de la policía.
Las autoridades resolvieron mejorar la alimentación y aumentar los sueldos de los sublevados tras extensas negociaciones, después de que el martes obligaron al jefe nacional de la policía, José Morán, a que saliera de su sede, valiéndose de bombas lacrimógenas y tiros al aire.
Hernández dijo en rueda de prensa y sin presentar evidencias que "atrás de los rebeldes están policías depurados" (despedidos de su trabajo). En los últimos cinco años, su gobierno obligó a abandonar las filas policiales a más de 8.000 de sus 17.000 miembros por supuestos delitos de corrupción.
Un hecho similar ocurrió en diciembre de 2017, cuando un grupo de policías se declaró en paro exigiendo aumentos de sueldo.
Alan Cerrato, jefe de la comisión de depuración policial, anunció que castigará severamente a los rebeldes, pese a que el gobierno afirmó que no lo haría.
Las movilizaciones callejeras contra Hernández dejaron esta semana tres muertos, 25 detenidos por saqueos a negocios y más de 20 heridos, en su mayoría de bala, informaron la policía y el Hospital Escuela Universitario, el principal del país.
El viernes murió el joven de 17 años Noel Corea en Yarumela, unos 60 kilómetros al norte de Tegucigalpa, al enfrentarse con la policía militar en una manifestación. Luis Maldonado, de 28 años, y Erick Peralta, de 38, fallecieron también en una protesta en la capital. Hernández reemplazó con militares a los policías en huelga.
En un comunicado, Amnistía Internacional exhortó al gobierno hondureño a que evite reprimir con dureza a los manifestantes.
“Las autoridades hondureñas no deberían seguir por la ruta de la violencia y la represión”, afirmó el grupo activista en un comunicado. “Exhortamos al gobierno de Juan Orlando Hernández a que garantice los derechos de libertad de expresión y asamblea pacífica, limitando el uso de la fuerza al mínimo necesario y proporcional para evitar más lesiones y muertes”.
Por otro lado, los combustibles comenzaron a llegar a las gasolineras de la capital tras un paro de dos días de los transportistas de carga que provocó una severa escasez.
Desde hace dos meses más de 70.000 médicos y maestros exigen la salida de Hernández del poder y rechazan la supuesta privatización de los servicios de salud y educación. Esos grupos bloquean con frecuencia las principales carreteras y bulevares del país al grito de “Fuera JOH” en referencia a las iniciales del nombre del mandatario.
Hernández aseguró en televisión que "no renunciaré" y que "en dos años y meses entregaré (el poder) a un nuevo presidente".
El mandatario fue reelecto para un segundo mandato en noviembre de 2017 pese a que la constitución prohíbe la reelección presidencial. Según la oposición, los comicios fueron fraudulentos.