Un sexto de los tratamientos hospitalarios en EEUU, caros
WASHINGTON (AP) — En promedio, una de cada seis veces que uno acude a una sala de emergencias o queda hospitalizado en Estados Unidos, llega una cuenta médica “sorpresiva” después del tratamiento, de acuerdo con un estudio difundido el jueves. Según el lugar donde se viva, esa proporción podría ser más frecuente.
Según el informe de la ONG Kaiser Family Foundation, millones de personas que cuentan con lo que se considera un buen seguro médico están expuestas a gastos “adicionales” que pueden sumar miles de dólares. Legisladores de ambos partidos y el gobierno del presidente Donald Trump están tomando medidas para reducir esa posibilidad, y un panel del Senado prevé votar un proyecto de ley la semana próxima.
Las probabilidades de recibir una cuenta sorpresivamente alta dependen en gran medida del estado donde se reside. En Texas, el 27% de las concurrencias a una sala de emergencias y el 38% de las hospitalizaciones reciben al menos una de esas cuentas. Las probabilidades son mucho menores en Minnesota: 2% y 3%, respectivamente.
La investigadora Karen Pollitz, de la Kaiser Foundation, dijo que los motivos de esas diferencias no están claros, pero parecen estar relacionados con la amplitud de las redes de médicos y hospitales y su diseño en cada estado.
Los enfermos en Nueva York, Nueva Jersey y Kansas tienen mayores probabilidades de recibir esas cuentas. Los estados con menores probabilidades incluyen Dakota del Sur, Nebraska, Maine y Mississippi.
Al efectuar el promedio nacional de los resultados, el 18% de las concurrencias a salas de emergencia y el 16% de las estadías en hospitales generaron cuentas sorpresivas para enfermos que cuentan con seguro de salud a través de un empleador grande, según el estudio.
Esto demuestra la necesidad de una intervención del Congreso, dijo Pollitz, ya que los planes de salud de grandes empresas están regulados por la ley federal y las protecciones contra las cuentas sorpresivas ya aprobadas por Nueva York y otros estados no se aplican a ellas. “Este es un problema grave que afecta a los pacientes, que las leyes estatales no pueden resolver y por definición supera la capacidad de los pacientes de resolverlo por cuenta propia”, añadió.