López Obrador defiende ayudar a migrantes centroamericanos
CIUDAD DE MÉXICO (AP) — El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo el sábado que México debe ayudar a los centroamericanos que huyen de la pobreza y la violencia, incluso mientras incrementa las medidas de seguridad y las revisiones para desalentar a los migrantes a cruzar el país para llegar a Estados Unidos.
Desde que asumió el puesto el 1 de diciembre, el mandatario ha mantenido una posición cautelosa en la que toma medidas para impedir el paso de migrantes y al mismo tiempo les ofrece apoyo humanitario. En un principio su gobierno emitió miles de visas de tránsito para cruzar México sin problemas, pero posteriormente incrementó las detenciones y las deportaciones.
Presionado por Washington, México planea emplazar a 6.000 efectivos de la Guardia Nacional el martes en su frontera sur con Guatemala con el fin de reducir la llegada de migrantes a territorio estadounidense.
The Associated Press vio el sábado a soldados mexicanos con distintivos negros de la Guardia Nacional en el brazo emplazados justo al norte de la frontera guatemalteca, deteniendo a camiones para solicitarles a los pasajeros su identificación.
“Lo cierto es que hay una gran crisis humanitaria en Centroamérica y mucha gente por necesidad se ha hecho a andar a buscarse la vida a Estados Unidos y pasan por nuestro territorio”, dijo López Obrador en el estado norteño de Chihuahua.
El mandatario señaló que el negarse a ayudar a los extranjeros es “anti-cristiano”, y añadió que “no podemos nosotros darles la espalda”.
Está cabildeando para que la comunidad internacional ayude a los centroamericanos a permanecer en sus países de origen. Dijo el sábado que el 80% de los migrantes que cruzan México con rumbo a Estados Unidos provienen de América Central.
Las autoridades mexicanas le han ofrecido asilo a migrantes que tienen un miedo creíble de regresar a su país, y miles más aguardan en México a que les informen la fecha para presentarse en tribunales de Estados Unidos como parte de su solicitud de asilo allí. La comisión mexicana de refugiados, a la cual le falta personal y fondos, tiene muchos casos atrasados.
Pero en los últimos meses, la policía y las autoridades migratorias han incrementado la vigilancia en el sur de México, estableciendo retenes en las carreteras, deteniendo a una caravana integrada en su mayoría por inmigrantes centroamericanos e intentando que la gente no se suba al tren de carga que va hacia el norte, conocido como “La bestia”.
Al mismo tiempo, ha crecido la intolerancia entre los mexicanos hacia la gran cantidad de inmigrantes que pasan por el país rumbo a Estados Unidos.
Una encuesta publicada en junio por el periódico El Universal mostró que los mexicanos se muestran menos receptivos a permitir que los migrantes no autorizados ingresen, o a que se queden permanentemente como refugiados, de lo que eran en octubre, cuando caravanas con miles de migrantes centroamericanos se desplazaban hacia el norte.
La mayoría de los mexicanos que participaron en el sondeo dicen que están a favor de prohibirle la entrada a los migrantes que intentan cruzar a México sin visas, y una mayoría dice ahora que el país no debería permitirles quedarse como refugiados.
La frontera sur de México es difícil de patrullar, con ríos y una densa selva.
El sociólogo Tonatiuh Guillén, que se desempeñaba como director del Instituto Nacional de Migración, renunció el viernes y fue sustituido por Francisco Garduño, que estaba al frente del sistema penitenciario. El secretario de Relaciones Exteriores Marcelo Ebrard dijo que 825 agentes migratorios adicionales serán enviados a la frontera sur la próxima semana.
Alejandro Murat, gobernador del estado sureño de Oaxaca, elogió el incremento en la vigilancia fronteriza.
“Por primera vez se le va a dar orden a la frontera sur y nos va a permitir tener la identidad y el control de quién está en el territorio nacional”, afirmó el viernes.
______
El camarógrafo Benjamín Alfaro de The Associated Press contribuyó con este despacho desde Ciudad Cuauhtémoc, Chiapas.