Cargill invertirá 30 millones contra deforestación brasileña
MINNEÁPOLIS, Minnesota, EE.UU. (AP) — La empresa de agronegocios Cargill Inc. dijo el jueves que invertirá 30 millones para financiar nuevas ideas para poner fin a la deforestación en Brasil, y exhortó a sus competidores, gobiernos y organizaciones a trabajar juntos para encontrar soluciones verdaderas.
Cargill, con sede en Minnetonka, es una de las empresas más importantes de Brasil en la producción de soya, lo que ha dejado secuelas en el ecosistema brasileño. Cargill dijo que la industria agraria va camino a incumplir su meta de eliminar la deforestación en cadenas clave de suministro, incluyendo soya, para el 2020.
Ruth Kimmelshue, jefa de cadena de suministro y directora de sustentabilidad de Cargill, dijo al Star Tribune que el clima está cambiando y urge tomar cartas en el asunto.
Pero Kimmelshue dijo que Cargill, su competencia y organizaciones internacionales quedarán cortas de sus objetivos.
"No voy a aceptar derrotas, pero todos podemos ser personas razonables y ver que tenemos significativamente mucho trabajo por hacer", declaró Kimmelshue.
En Brasil, el cultivo de soya sigue usurpando los ecosistemas del país sudamericano, conllevando a la destrucción de selvas y plantas nativas. La soya por lo general es un ingrediente básico en la alimentación de ganado, y el creciente apetito por carne en todo el mundo está aumentando la demanda de estas cosechas y haciendo que muchos agricultores sudamericanos expandan sus campos de cultivo.
Brasil es el segundo productor de soya del mundo, con entre 24 y 25 millones de hectáreas (59 y 62 millones de acres) dedicadas a este grano, de acuerdo con el Atlas Mundial de Selvas de la Facultad de Estudios Ambientales y Silvicultura de Yale.
Cargill ha tomado medidas para combatir la deforestación, pero dice que el tema es complejo. Hace más de una década, Cargill y empresas afines aceptaron una moratoria de compra de soya cultivada en terrenos recién deforestados en el Amazonas. Y en 2014 firmó la Declaración de Nueva York sobre los Bosques, de Naciones Unidas.
No obstante, grupos ambientalistas dijeron que empresas como Cargill no están dispuestas a tomar liderazgo real en el tema y deben hacer más.
Glenn Hurowitz, director ejecutivo de Mighty Earth, señaló que el plan de Cargill “deliberadamente carece de un compromiso para dejar de comprar a productores que contribuyen a la deforestación”.