Trump amenaza con aranceles; migrantes siguen llegando
EL PASO, Texas, EE.UU. (AP) — El miércoles, agentes de la Patrulla Fronteriza detectaron cerca del centro de la ciudad de El Paso a un grupo de 1.036 migrantes que había ingresado al país de manera ilegal, el grupo más numeroso que la agencia haya aprehendido. En mayo, una celda de un centro de detención diseñada para 35 personas fue atiborrada con 155. Seis niños han muerto bajo cuidado de las autoridades estadounidenses desde septiembre, tres de ellos en el último mes.
Las autoridades de Estados Unidos se encuentran abrumadas por el aumento sin precedentes de familias centroamericanas que llegan a la frontera sur del país. Y por ello es que el presidente Donald Trump amenazó esta semana con imponer aranceles a todas las importaciones mexicanas a menos que México detenga el flujo de migrantes.
“Sin duda es una crisis en este punto, y no es algo que se preste para una solución rápida”, declaró Doris Meissner, quien dirigió el antiguo Servicio de Inmigración y Naturalización durante el gobierno de Bill Clinton y ahora es integrante del Instituto de Política Migratoria.
Las detenciones de parte de la Patrulla Fronteriza han aumentado marcadamente en el último año, pero siguen muy por debajo de los máximos históricos de principios de la década del 2000. Lo que difiere es el tipo de personas que llegan: los hombres de nacionalidad mexicana y en buenas condiciones físicas han sido reemplazados por familias de centroamericanos con niños, muchos de ellos obligados a hacer el viaje ante la extrema pobreza y violencia que viven en Guatemala, Honduras y El Salvador.
Juan Carlos Santos, de 34 años, burló la última sección de una valla construida con bolardos en Nuevo México con su hijo de 9 años, Yair, y fue sorprendido por agentes de la Patrulla Fronteriza. El viernes, se hallaba en la estación de autobuses Greyhound en El Paso con destino a Washington, donde tiene un primo que le prestó dinero para pagarle a un traficante.
Santos dijo que seseaba quedarse en Honduras pero tuvo que ceder luego de no tener empleo por un año. El agricultor espera traer a Estados Unidos a su esposa y a una hija de 2 años después de pagarle la deuda a su primo.
“No hay trabajo”, lamentó Santos, quien culpó a la sequía y a otros factores por el declive en la siembra de maíz y café que solía realizar. “El desempleo le afecta a uno”.
El incremento de familias migrantes ha puesto en evidencia la nula preparación de las autoridades estadounidenses.
El inspector interno del Departamento de Seguridad Nacional (DHS por sus siglas en inglés) indicó el viernes que durante una serie de visitas no anunciadas a las oficinas de El Paso a principios de mayo encontró que en unas instalaciones de retención con capacidad para 125 personas se hallaban 700 un día y 900 otro día. Estaban tan atiborradas que algunas personas optaron por pararse sobre los inodoros.
Los agentes dijeron a los investigadores que algunos inmigrantes se hallaban detenidos durante días o semanas en cuartos en que sólo podían permanecer de pie.
“Nos preocupa esa sobrepoblación, y la detención prolongada representa un riesgo inmediato a la salud y a la seguridad no sólo de los detenidos, sino también de los agentes y funcionarios del DHS. Los directivos de la Patrulla Fronteriza en el lugar indicaron que existe un alto índice de enfermedades entre su personal”, se señaló en el informe.
A lo largo de los 3.145 kilómetros (1.954 millas) de frontera con México, los agentes realizaron 98.777 detenciones en abril, de las que casi 70% correspondieron a personas que ingresaron como familias o a niños viajando solos. En comparación, hubo 38.243 arrestos registrados un año antes, cuando uno de cada tres detenidos era miembro de una familia y o un menor sin acompañantes.
El Paso ofrece el ejemplo más claro del cambio en el panorama. Las detenciones en esa ciudad, limítrofe con Ciudad Juárez, subieron cerca de 1.000% en comparación con las de un año antes, y cerca de nueve de 10 arrestados llegan en familia o son niños que viajan solos.
Cada vez más migrantes llegan a esa zona en grupos numerosos. La Patrulla Fronteriza señaló que ha hallado a más de 180 grupos superiores a las 100 personas desde octubre, en comparación con los 13 en el periodo previo de 12 meses y dos en el año anterior.
Meissner dijo que el ultimátum de aranceles del gobierno de Trump es la más reciente de una serie de amenazas luego de varias fallas, entre ellas la práctica de separar a las familias en la frontera.
"Estas medidas sorpresivas que este gobierno sigue tratando de implementar cada varios meses empeora la situación” destacó.
Meissner añadió que a los centroamericanos que piensan en viajar a Estados Unidos, los traficantes o sus familiares en Estados Unidos les dicen: "Más vale que vengan ahora. Uno nunca sabe lo que pasará luego".
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Astrid Galván en Phoenix contribuyó a este despacho. Spagat reportó desde San Diego.