Aranceles contra México afectarían a empresas de EEUU

Aranceles contra México afectarían a empresas de EEUU
El presidente Donald Trump llega a la Base de la Fuerza Aérea Andrews en Maryland, el jueves 30 de mayo de 2019. (AP Foto/Andrew Harnik)

WASHINGTON (AP) — El sorpresivo amago del presidente Donald Trump de aplicar aranceles a importaciones mexicanas y aumentarlos progresivamente sobresaltó el viernes a líderes industriales en toda la economía de Estados Unidos, provocó oposición incluso entre aliados del mandatario y preparó el escenario para que el consumidor estadounidense enfrente precios más altos.

El anuncio hizo tambalear a los mercados bursátiles y el promedio industrial Dow Jones perdió alrededor de 355 puntos, o 1,4%. Los inversionistas colocaron a la segura su dinero en bonos, lo que causó una baja de los rendimientos, un indicio de que temen una desaceleración de la economía para los próximos meses.

Trump anunció el jueves que impondrá un arancel de 5% a todas las importaciones mexicanas a partir del 10 de junio, y que lo subirá a 25% en octubre si México no contiene el tránsito de migrantes centroamericanos que pretenden llegar a Estados Unidos.

Si los aranceles entran en vigor, podrían terminar aumentando el precio de una Chevrolet Blazer, de un burrito en Chipotle, una camisa nueva o una cerveza Corona. Un arancel de 5% aplicado a 346.500 millones de dólares de importaciones mexicanas suma 17.000 millones de dólares. Parte de ese costo más alto podría ser pagado por compañías estadounidenses, al menos inicialmente. Pero es casi seguro que una parte considerable será transferida al consumidor estadounidense.

En caso de que los aranceles entren en vigor, las compañías estadounidenses serán las primeras en resentirlos. Las empresas de diversos sectores han creado estrechas cadenas de suministro con México. Miles de millones de dólares en autopartes, por ejemplo, cruzan de ida y vuelta la frontera entre Estados Unidos y México, en algunos casos varias veces, debido a la adición e integración de componentes en vehículos terminados. Redes similares existen en otras industrias, desde la de ropa hasta la de productos electrónicos. Los impuestos a la importación podrían convertirse con rapidez en costos mucho más altos.

“Eso es lo que es tan preocupante de esos aranceles”, dijo John Mitchell, presidente de IPC, un grupo que representa a la industria electrónica. “Socava la capacidad de la región para aprovechar las fortalezas de cada cual para el beneficio del sector manufacturero de América del Norte”.

Peter Navarro, un importante asesor comercial de la Casa Blanca, insistió durante una entrevista con CNBC en que el gobierno y las empresas de México pagarán los aranceles. Sin embargo, alrededor de 40% de las importaciones procedentes de México vienen de filiales estadounidenses, así que no hay una compañía mexicana que pague esos impuestos. En cambio, los aranceles elevarán los costos para las compañías estadounidenses —y finalmente los precios al consumidor—, en particular por los componentes que cruzan la frontera varias veces, declaró Mitchell.

La economía estadounidense se ha integrado a la de México desde la puesta en marcha del TLCAN en 1994. Todos los vehículos de fabricación estadounidense incluyen ahora por lo menos algunas piezas fabricadas en el extranjero, y 37% de esas autopartes provienen de México.

“Cualquier barrera al flujo comercial por la frontera entre Estados Unidos y México tendrá un efecto de cascada: perjudicará a los consumidores estadounidenses, pondrá en riesgo los empleos y la inversión en Estados Unidos, y reducirá el progreso económico que el gobierno trata de reactivar”, dijo David Schwietert, presidente interino del grupo comercial Auto Alliance, que representa a fabricantes estadounidenses de autos, así como a empresas extranjeras en Estados Unidos, como BMW y Toyota.

Las acciones de General Motors Co., que importa más vehículos a Estados Unidos que ningún otro fabricante del sector, bajaron el viernes 4,25%.

“Para GM estimamos que un arancel de 5% tendría un impacto anual más o menos de varios cientos de millones de dólares en sus ganancias”, dijo Itay Michaeli, de Citi Investment Research.

Los nuevos aranceles sorprendieron a muchas compañías porque el gobierno de Trump acababa de renovar su campaña para conseguir la aprobación legislativa al nuevo Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

El senador republicano Chuck Grassley, un aliado habitual de Trump y presidente de la Comisión de Finanzas del Senado, criticó la medida del presidente y la describió como “un mal uso de la autoridad arancelaria presidencial” que podría agobiar a los consumidores estadounidenses y “pone seriamente en riesgo la ratificación del T-MEC”.

Algunos representantes de los sectores industriales dijeron que los aranceles no alentarán a las compañías a regresar la producción a Estados Unidos, como Trump dice que desea, sino que tendrán el efecto contrario: las desalentarán de reubicarse en el país porque tendrían que pagar más por las partes importadas.

“Si no puedes comprar los componentes aquí, no vas a pensar en regresar”, afirmó Mitchell.

Los estadounidenses también podrían ver alzas en las tiendas de comestibles. Estados Unidos importa de México 12.000 millones de dólares en frutas y verduras frescas, como tomates, aguacates, chiles y limones.

“Este es un impuesto a las dietas saludables, simple y llanamente”, dijo Lance Jungmeyer, presidente de la Asociación de Productos Agrícolas Frescos de las Américas.

Jungmeyer señaló que las importaciones de alimentos procedentes de México han estado libres de aranceles durante décadas, y los importadores tendrán que hacer papeleo en aduanas para pagar los impuestos. El procedimiento puede tardar 10 días o más, lo que imposibilitaría a muchas compañías realizar importaciones por un tiempo después del 10 de junio.

“Tengo que instruir a toda una gama de personas que no han pagado aranceles por productos agrícolas mexicanos desde 1995”, declaró Jungmeyer.

Muchas cadenas restauranteras en Estados Unidos compran tomates y otros productos frescos de México. Laurie Schalow, una executiva de Chipotle Mexican Grill, dijo que la cadena ha buscado diversificar su base de proveedores y ahora compra algunos aguacates traídos de Chile y Perú, y es menos dependiente de México. Aun así, los aranceles perjudicarán a la compañía, declaró.

Trump ya impuso aranceles de 25% a 250.000 millones de dólares de mercancías importadas de China. Los aranceles a las importaciones desde México podrían debilitar a la economía estadounidense. De antemano se había pronosticado que el crecimiento bajará a una tasa anualizada de 1,5% para el trimestre abril-junio, comparada con 3,1% en el primer trimestre.

Gregory Daco, el principal economista estadounidense en Oxford Economics, calcula que aplicar el arancel completo de 25% a los productos mexicanos restaría 0,7 puntos porcentuales al crecimiento de Estados Unidos para el año próximo.

Estados Unidos importa 2.400 millones de dólares de ropa y textiles de México. Stephen Lamar, vicepresidente ejecutivo de la Asociación de Ropa y Calzado de Estados Unidos (AAFA por sus siglas en inglés), dijo que las compañías ya piensan en cómo reducir costos, pero posiblemente tendrán que subir precios porque sus márgenes de ganancias son muy bajos.

México es el octavo mayor abastecedor de ropa y séptimo de calzado de Estados Unidos. México es el mayor proveedor de jeans para hombres y niños con 35% de las importaciones, según la AAFA.

Las acciones de Kontoor Brands, que incluye a Wrangler y Lee, cayeron 8%, y las de Levi Strauss, 7%. Ambas compañías compran parte de su mezclilla a México.

Aproximadamente 70% de las importaciones de cerveza provienen de México, cuando en 1990 esa cifra era de menos del 20%, según la Asociación Nacional de Mayoristas Cerveceros. Las acciones de Constellation Brands, que produce las cervezas Corona y Modelo, entre otras, bajaron casi 6% el viernes.

Jeremy Seaver, dueño de Tios Mexican Cafe en Ann Arbor, Michigan, dijo que los aranceles podrían perjudicar su negocio. Utiliza aguacates producidos en México, sirve tequila, cerveza y refrescos mexicanos, y vende salsas picantes mexicanas. Incluso toda la decoración de su restaurante proviene de México, agregó.

“Estoy muy preocupado”, declaró. Un arancel de “5% no parece mucho, pero para un pequeño negocio como el mío, es bastante”.

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D'Innocenzio informó desde Nueva York. Los periodistas de The Associated Press, Michelle Chapman, en Nueva York, y Dee-Ann Durbin, en Detroit, contribuyeron a este despacho.

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