Salah busca redimirse en final de la Liga de Campeones
Con un cabestrillo en el hombro izquierdo, Mohamed Salah esperaba en el aeropuerto de Kiev, junto al resto de los jugadores del Liverpool. Estaban por tomar el vuelo de regreso a casa, tras perder la final de la Liga de Campeones el año pasado.
Lucían cabizbajos. Nadie quería hablar. Era una escena de funeral.
Y Salah tenía más motivos que nadie para estar triste e indignado.
Horas antes, hacia el final del primer tiempo del duelo ante el Real Madrid, Salah forcejeó con Sergio Ramos, quien terminó enviándolo al suelo.
El ariete egipcio sufrió un esguince de ligamentos en el hombro. Entre lágrimas, se marchó del cotejo, igualado sin goles en ese momento. Liverpool terminó cayendo por 3-1.
Fue un final amargo para la mejor temporada en la carrera de Salah. Ni él ni sus compañeros querían ese desenlace.
“Muchas emociones distintas pasaron por nuestra cabeza”, recordó esta semana el técnico Juergen Klopp acerca del viaje de vuelta desde la capital ucraniana. “Pero el plan era volver, estar aquí otra vez”.
Y de algún modo, Liverpool lo consiguió. Está de nuevo en el partido por el título más importante del fútbol de clubes en Europa. El sábado, se medirá en Madrid con otro equipo inglés, el Tottenham.
Los rivales no son ahora Sergio Ramos y los merengues, pero Salah percibe una oportunidad de redención y revancha.
Hay otras diferencias respecto del año anterior con el delantero egipcio.
No luce ya como la figura principal en el plantel del Liverpool. El año pasado, llegaba con 44 goles en 52 partidos, que lo avalaban no sólo como el astro de los Reds sino como uno de los jugadores más cotizados del mundo.
Ahora, le hacen sombra el zaguero holandés Virgil van Dijk, nombrado el jugador del año en el fútbol inglés; el senegalés Sadio Mané, delantero que ha logrado la campaña más productiva de su carrera con 22 dianas en la Premier, e incluso los laterales Trent Alexander-Arnold y Andrew Robertson, quienes contribuyeron con 23 asistencias combinadas durante la reciente temporada de liga.
Se trata de los cuatro jugadores del Liverpool incluidos en el equipo ideal de la Premier para la temporada 2018-19. Salah brilló por su ausencia, pese a que terminó empatado como líder goleador con Mané y con el delantero Pierre-Emerick Aubameyang, del Arsenal.
Aun así, pocos dudan que Salah pueda marcar diferencias el sábado en el estadio Wanda Metropolitano. Después de todo, es un jugador que ha buscado responder en las grandes ocasiones durante sus dos años de estadía en Liverpool.
Y ninguna ocasión luce más grande en esta temporada.
Liverpool llegó a su último partido de la fase de grupos de esta Liga de Campeones necesitado de un triunfo sobre Napoli en Anfield para clasificarse. Salah cumplió, al anotar un gol con una jugada en la que se especializa. Se dio la media vuelta en el área, hizo una gambeta ante un zaguero y definió rasante.
En términos estéticos, ese gol no se compara con el cañonazo de 30 metros que aseguró la victoria por 2-0 sobre el Chelsea dentro de la Premier en abril. Pero sin duda este tanto fue el más significativo de los 26 que consiguió Salah con los Reds en el año futbolístico.
Al llegar en la “Champions”, el tanto mantuvo también vivo el sueño de Salah, de enmendar aquella noche de pesadilla en Kiev.
En cualquier otro año, anotar 26 goles y revalidar la Bota de Oro _al menos en forma compartida_ equivaldría a una temporada exitosa. Pero Salah logró tanto en su campaña de debut en Anfield que su desempeño actual resultaría ligeramente decepcionante.
Ciertamente, ha mostrado un nivel intermitente, tal vez porque Klopp ha privilegiado la buena labor defensiva, lo que significa que este Liverpool no se ha lanzado al ataque con tanto desenfado como en 2017-18.
En esta temporada, Klopp ha sacado ocasionalmente a Salah de la posición de centro delantero. Ha colocado a Roberto Firmino más como un 10, detrás del egipcio. Además, el factor sorpresa ha trabajado menos en favor de Salah. Los defensas en Inglaterra y el resto de Europa están más atentos a las posiciones que Salah busca ocupar y se muestran más preparados para anularlo.
Quizás es por ello que la influencia de Mané ha crecido. Los rivales se han concentrado más en frenar a Salah.
Así que Salah llega a Madrid con algo que demostrar.
“Estoy muy contento por tener la oportunidad de jugar otra final. Espero jugar esta vez el partido completo”, dijo el atacante a beIN Sports. “Estoy muy emocionado por ello. Espero que podamos enderezar lo que ocurrió la temporada anterior, obtener un buen resultado y ganar la competencia”.