May no presenta plan de Brexit; podría tener que dimitir
LONDRES (AP) — Viéndose cada vez más aislada, la primera ministra británica Theresa May dio marcha atrás el jueves a sus planes de buscar apoyo del Parlamento para una propuesta de ley para el Brexit que ya ha sido rechazada por gran parte de su Partido Conservador, y aumentaron las expectativas de que cedería a las exigencias de que renuncie y permita que un nuevo líder intente completar la paralizada salida del Reino Unido de la Unión Europea.
Los legisladores conservadores le dieron a May hasta el viernes para anunciar la fecha de salida o enfrentarse a un posible desafío a su liderazgo. Varios medios británicos reportaron que aceptaría ceder el puesto de primera ministra el 10 de junio.
Geoffrey Clifton-Brown, tesorero del comité que supervisa las contiendas por la dirigencia del partido, dice que si no acepta irse habrá una “abrumadora presión” para presentar una moción de censura en su contra.
Si May no da una fecha de salida, probablemente siga siendo primera ministra varias semanas más hasta que los legisladores y afiliados conservadores escojan un sucesor.
El vocero de May, James Slack, dijo que permanecería en el puesto durante la visita oficial a Gran Bretaña del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, entre el 3 y 5 de junio.
Los legisladores conservadores consideran a May cada vez más como un obstáculo para el Brexit, aunque su reemplazo se enfrentará al mismo dilema: un Parlamento profundamente dividido en cuanto a si dejar o no a la UE y qué tan cercana debe ser la relación con el bloque tras la salida.
Pocos dudan que sea el final del periodo de May, que se ha visto consumido por la decisión de Gran Bretaña de salir de la UE. Los conservadores más experimentados, como el secretario del Exterior Boris Johnson y varios miembros de su gabinete, ya buscan posicionarse con vistas a la próxima contienda por el liderazgo.
Con una autoridad que se debilita con el paso de las horas, May demoró el jueves los planes de publicar la propuesta de ley de salida de la UE, su cuarto y probablemente último intento para asegurar que el Parlamento apoye su proyecto para el Brexit.
El plan incluye medidas cuyo objetivo es lograr el apoyo de la oposición, incluida la promesa de permitir que el Parlamento vote para ver si se vuelve a organizar otro referendo sobre la membresía en la UE.