¿Quién manda en Washington, Trump o el Congreso?
WASHINGTON (AP) — La legisladora demócrata Ayanna Pressley hizo la misma pregunta al testigo una docena de veces, a la espera de una respuesta de sí o no.
Nunca la obtuvo. En cambio, el secretario de Vivienda, Ben Carson, se burló de ella: “Sí o no, ¿puede hacerme algunas preguntas y dejar de leer?” O también: “Usted ya conoce la respuesta”.
“Yo conozco la respuesta”, replicó Pressley. ¿La conoce USTED?”.
Fue una escaramuza menor dentro de la batalla épica que remece a Washington en estos tiempos, sobre quién manda en el fragmentado gobierno estadounidense. En reunión tras reunión, las cuestiones de competencia, cambio generacional, #MeToo, el informe del fiscal especial Robert Mueller sobre la intromisión rusa y las elecciones de 2020 impulsan la lucha por el poder.
Mientras el presidente Donald Trump y los altos funcionarios de su gabinete se niegan a cooperar con las investigaciones del Congreso, aparecen pruebas de que los demócratas, en forma lenta y a veces desprolija, recomponen el equilibrio de fuerzas después de los primeros años de Trump en la Casa Blanca, cuando los republicanos dominaban el legislativo.
Esta semana, una serie de escaramuzas grandes y pequeñas se libraron en público, incluida una explosión trumpiana el miércoles al mediodía. En el lapso de tres horas: la presidenta de la cámara, Nancy Pelosi, dice a la prensa que “el presidente está implicado en un encubrimiento”, y agrega que la esperan en la Casa Blanca para una reunión sobre infraestructura.
En su terreno, Trump disuelve esa reunión en menos de tres minutos, se niega a estrechar las manos de los asistentes o tomar asiento. Anuncia que no puede haber acuerdo alguno “bajo estas circunstancias” de “investigaciones falsas” y se va, furioso. Pelosi se vuelve hacia la gente en el salón con aire de “se los dije” y dice: “Sabía que el presidente no hablaba en serio sobre la infraestructura y encontraría la manera de evadirse”, según un colaborador demócrata.
“Por alguna razón, tal vez fue falta de confianza de su parte... se fue, y me pregunto por qué lo hizo. En todo caso, rezo por el presidente de Estados Unidos”, dijo Pelosi más tarde.
“Nancy, te agradezco mucho tus oraciones, sé que lo dices en serio”, tuiteó a su vez Trump.
Es más que una pelea pública a los empujones entre dos septuagenarios en la cima del gobierno estadounidense. El espectáculo del miércoles distrajo la atención del disenso en las filas demócratas sobre lo que según algunos es un proceso que culminará con el inicio de un juicio político a Trump. Más ampliamente, es parte de un forcejeo por la atención pública sobre quién tiene el poder político ahora y quién lo tendrá después de las elecciones presidenciales y legislativas de 2020.