El desembarco de 47 migrantes en Italia indigna a Salvini
MILÁN (AP) — El estricto ministro italiano del Interior, Matteo Salvini, amenazó el lunes con posibles acciones legales después de que 47 migrantes rescatados en el mar por un barco humanitario desembarcaran en la isla de Lampedusa, en el sur de Italia, pese a su prohibición expresa.
El grupo humanitario alemán Sea-Watch dijo que los 47 migrantes habían sido trasladados el domingo por la noche a Lampedusa en colaboración con la Guardia Costera y la policía financiera. Estaban entre los 65 migrantes rescatados en la costa de Libia la semana pasada.
Salvini había autorizado que 18 personas _la mayoría familias con niños pequeños_ fueran llevados a tierra el viernes. Pero dijo en un mitin de campaña que el resto no recibiría autorización para entrar en Italia mientras él estuviera en el cargo.
El ministro respondió con indignación al traslado de los 47 restantes, afirmando en Facebook que si “había una trama para desembarcar a los migrantes, tomaré medidas porque eso es colaborar y permitir el tráfico de personas”.
Salvini prometió que el barco, el Sea-Watch 3, sería confiscado y amenazó con arrestar a la tripulación del barco, refiriéndose a ellos como “agentes de traficantes de personas”.
También preguntó si el ministro de Transportes, que es responsable de la Guardia Costera, o el ministro de Economía, responsable de la policía financiera, dieron su autorización para la maniobra. El ministro de Transportes pertenece al Movimiento 5 Estrellas, que está en una coalición de gobierno con la Liga, partido conservador de Salvini. El ministro de Economía no pertenece a ninguna de las dos formaciones.
Por su parte, Sea-Watch señaló que su barco era demasiado grande como para entrar en el puerto de Lampedusa y se le había ordenado atracar en otro en una “incautación investigadora”.
Salvini dijo que el barco debería dejarse fuera de servicio de forma permanente y hundirse.
El ministro ha adoptado una estrategia dura contra las operaciones humanitarias de rescate, acusándolas de ayudar a los traficantes de personas en Libia que embarcan a los migrantes en embarcaciones inseguras y los lanzan al peligroso Mar Mediterráneo. Su postura ha creado numerosos pulsos con grupos humanitarios y otros países de la Unión Europea, mientras la UE trata de decidir dónde llevar a los migrantes desesperados.
Sea-Watch dijo que se trataba del cuarto desembarco en Italia de barcos civiles de rescate en lo que va de año, demostrando “una vez más que las palabras sobre puertos cerrados solo son eso: palabras”.
El responsable de la misión del Sea-Watch 3, Philipp Hahn, describió como “escandalosa” la incautación del barco y dijo que el grupo no había incumplido ninguna ley.
“Al contrario, una vez más hemos acatado la ley del mar y la Convención de Refugiados de Ginebra”, afirmó.
Los migrantes fueron recibidos en la costa por vecinos de Lampedusa que llevaban carteles con los mensajes “Bienvenidos a Lampedusa” y “El que salva una vida, salva al mundo entero”, según Sea-Watch.
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos instó a Italia que retirase el decreto que cierra los puertos a los migrantes, que calificó de “un nuevo intento político por criminalizar las operaciones de búsqueda y rescate” en una carta del 15 de mayo publicada el sábado.
El decreto “intensifica aún más el clima de hostilidad y la xenofobia hacia los migrantes”, se afirma en la misiva, que fue firmada por varios relatores de derechos humanos de la ONU.